Zika, dengue y chikungunya

Zika, dengue y chikungunya

La detección de diez casos positivos de zika nos confirma en emergencia sanitaria y, por tanto, a todos nos atañe trabajar para disminuir las posibilidades de una epidemia. Y no es solo el zika. El mosquito transmisor de esa enfermedad también contagia dengue y chikungunya. De ahí que integrar a toda la población a la campaña nacional de destrucción de hospederos de mosquitos es una acción clave para el éxito de estas tareas. Por falta de una sólida integración, el año pasado el dengue nos dejó una amarga experiencia.

Con un decreto muy oportuno, el presidente Danilo Medina ha dispuesto que todas las dependencias del Estado se pongan a disposición del Ministerio de Salud Pública en esta campaña de prevención. Hay en ese decreto amplias disposiciones, entre ellas relacionadas con la efectividad de los diagnósticos y procesos de atención de las tres enfermedades. La disposición incluye medidas especiales en puertos, aeropuertos y la frontera, a cargo de los cuerpos castrenses.

Salud Pública debe asumir a plenitud esta coordinación e integrar a toda la población, valiéndose de los ayuntamientos, organismos legislativos, juntas de vecinos, organizaciones de padres y amigos de la escuela, asociaciones empresariales, sindicatos y, en fin, todos los dominicanos. Nadie es inmune a estos males. La prevención atañe a todos.

El ejemplo de Amarante Baret

Utilizar los recursos del Estado en campaña política ha sido una de las causas de descrédito de funcionarios y partidos. Combatir esta violación constitucional ha sido excepción más que regla. Y el ministro de Educación, Carlos Amarante Baret, ha demostrado que prefiere pertenecer a la excepción, actuando sin miramientos contra quienes han usado los recursos del ministerio para campaña política en favor del partido a que ese ministro pertenece.

Hace poco, suspendió a funcionarios de distritos escolares de Moca y Santiago por haber usado vehículos y bienes del ministerio en actividades de campaña del PLD. Recientemente canceló a una funcionaria de Cotuí, por haber convocado, en papel timbrado de la dependencia oficial, a una reunión política de asistencia obligatoria. ¿Alguien se atreve a copiar este buen ejemplo?

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