La enfermedad más impactante que registró el país el año 2016 fue el zika virus, sobre todo por lo que implicó para las mujeres embarazadas, pero la mayor tasa de defunciones se debió a muertes maternas. Después de un año de iniciada la epidemia en todo el territorio nacional, se han notificado 5,241 casos de zika, de los cuales 952 fueron embarazadas que presentaron síntomas de la enfermedad durante el primer semestre de gestación.
El número de muertes maternas durante el año que finalizó llegó a 168, durante el año 2015 el número fue más elevado, alcanzó las 189 muertes.
Las autoridades exhiben con orgullo que ha bajado la mortalidad materna, pero los especialistas en el tema argumentan que una sola muerte materna constituye una estrategia y una vergüenza nacional.
Del zika Entre las complicaciones relacionadas se reportaron 285 casos de Síndrome de Guillain Barré (SGB) con antecedentes de síntomas de zika.
Por otra parte fueron confirmados 22 casos de microcefalia en recién nacidos, relacionados con la infección por zika virus, de los cuales, en el 70% de los casos las madres refirieron que no presentaron síntomas sospechosos de la enfermedad durante el embarazo.
A través de la vigilancia intensificada de las embarazadas con síntomas de zika se han reportado 393 nacimientos vivos, solo dos de estos presentaron microcefalia al nacer y en uno se asoció esta malformación con la infección por virus zika. El último caso sospechoso de Zika reportado en embarazada presentó síntomas a principios de noviembre, en la semana epidemiológica número 45, lo que sugiere que en estos momentos en el territorio dominicano el riesgo de transmisión de esta enfermedad es relativamente bajo. En este contexto es pertinente suspender la recomendación de posponer los embarazos para evitar la ocurrencia de nuevos casos de malformaciones congénitas. No obstante, durante el año 2017 se espera que continúen los nacimientos de los niños que fueron concebidos durante la epidemia, por tanto debe mantenerse la notificación.