La Secretaría de Estado de Cultura, el Museo de Arte Moderno, y la Fundación Dominico Alemana inauguraron el pasado jueves la exposición Ante la memoria, del artista Ezequiel Taveras.
Esta muestra está compuesta de pinturas realizadas en técnica mixta, pan de oro y asfalto y esculturas hechas en cerámica, hierro, fibra de vidrio y metal. A través de estas pinturas y ensamblajes, el espectador podrá disfrutar del diálogo entre las imágenes y visualizar los diferentes conceptos utilizados para hacer su trabajo.
Esta artista de la pintura, realiza sus estudios de artes plásticas: Dibujo, Pintura, Escultura y grabado, en la Escuela Nacional de Bellas Artes, en Santo Domingo, República dominicana. Además, participa en el taller sobre técnica Solarplate, junto a su creador Dan Welden, en los Estados Unidos; asiste al taller de Silk Aguatint, en Julio Valdez Studio, Contemporary Non-Toxic Printmaking en 1991-1992, Nueva York. Toma los cursos de Fundición a la Cera Perdida, en el Museo de Arte Moderno y Fundición Dorado en Santo Domingo, Tipología y Conocimiento de los Materiales de la Obra de Arte y Litografía en la Escuela Nacional de Bellas Artes.
Su obra toma como tema central la esencia de las cosas que, utilizando el expresionismo y la vibración emotiva, da respuesta a la existencia.
Para la crítica de arte Delia Blanco, la obra de Ezequiel Taveras da a la obra una orientación y perspectiva de espacio totalmente inédita. Este creador plástico pertenece ya a una corriente que se va recelando en América Latina y el Caribe. Su personalidad artística está totalmente en las que la abstracción y la figuración chocan constantemente. No obstante, el conjunto de su signografía nos viene de formas y códigos antiguos, a veces hemos pensado que de esas líneas deviene cruces e indican una metafísica entregada al arte, para sugerirnos un cambio frente a la vida.
El intelecto, la habilidad y el gusto componen una amalgama de formas y técnicas que pueden apreciarse en la línea única y definida de su obra con una perspectiva de espacio totalmente inédita, ya que este último se ve acentuado por el juego de tipografías y letras que llevan al espectador a hurgar en las formas para descubrir la intuición y la reflexión que revelan las obras del artista.
Por su parte, el rector de la Escuela de Diseño de Altos de Chavón, Stephen D. Kaplan, sostiene que he aquí una espléndida confluencia de la destreza y la técnica, y un resplandor fugaz del artista, tomando de la mano la elegancia de la tradición del arte. El resultado del trabajo se yergue fuerte ante ambos cargos, invitando a una inspección más cercana y provocando que se visite de nuevo para explorar ambigüedades y su hábil fabricación.