La viuda del carismático líder perredeísta, Peggy Cabral, habla de sus años al lado del doctor José Francisco Peña Gómez y de los aportes que este hizo al país
POR GERMAN MARTE
En su verde mirada se refleja la terneza cuando evoca la memoria de quien fuera su esposo y uno de los líderes más carismáticos y controversiales de la historia política dominicana, el hombre que marcó para siempre su pensamiento y su accionar partidario.
A nueve años de la partida del doctor José Francisco Peña Gómez, a causa de un edema pulmonar, su recuerdo, como una mancha indeleble, sigue latente en doña Peggy Cabral, para quien su compañero durante 16 años es sencillamente insustituible como hombre, como político y como un gran conciliador, no sólo dentro de su organización, sino también en cuestiones de Estado, pues aunque circunstancias aciagas y las malas artes de los sectores más conservadores del país impidieron que accediera al solio presidencial su figura gravitó en el escenario político nacional hasta el último de su vida y aún después, a pesar de que su partido se aleja cada vez más de su ejemplo de persona desprendida.
Parece como si el tiempo no pasara, como si esa fecha hubiera sido ayer, expresa con su hablar calmado pero firme y preciso, se sigue recordando a Peña con mucho respeto y mucho cariño.
Para doña Peggy, Peña Gómez sigue siendo un ejemplo a seguir por su gran espíritu de superación, que supo sortear los escollos hasta llegar a ser uno de los políticos de su tiempo más conocidos dentro y fuera.
PEÑA, EN PERMANENTE SUPERACION
El legado político de José Francisco Peña Gómez, su ideología, su motivo de vida debe ser mantenido no sólo por sus compañeros del PRD, sino también al Instituto José Francisco Peña Gómez, que fue creado precisamente con ese fin, a juicio de su viuda.
Cualquier dominicano, sin importar su ideología, tiene que reconocer que Peña Gómez era un hombre que constantemente se estaba superando, expresa doña Peggy sin ocultar su orgullo.
Dijo que su marido nació en medio de una pobreza extrema, bajo circunstancias sumamente difíciles, pues incluso fue abandonado por sus padres, quienes tuvieron que huir a Haití durante la tiranía de Trujillo.
Aún bajo esas condiciones, subrayó, el político logró estudiar política, aprender Inglés, Italiano, Francés, Alemán, Portugués, hasta un poco de Mandarín, realmente era un hombre al que le apasionaban los estudios.
UN HOMBRE SUMAMENTE HONESTO
Contrario a muchos políticos del suyo y de otros partidos que con apenas cuatro años en el poder logran hacer una fortuna, Peña Gómez no acumuló fortuna. Su primera casa, la de Cambita, se la regalaron unos amigos cuando ya tenía unos 57 años. Esto a pesar de que había viajado por todo el mundo, que mantenía una buena relación con mandatarios de distintos continentes, y no sólo con políticos de fuera, sino también con grandes empresarios aquí en el país.
El tenía como principio que las cosas había que ganársela, pensaba que el dinero no era un objeto de conquista permanente. Tenía como principio luchar por su pueblo desde el ángulo que estuviese: quiero decir que desde la oposición él aportó a nuestro pueblo, afirma la mujer que compartió con uno de los políticos más queridos y más vilipendiados del siglo pasado.
Peña, dice hoy su viuda, luchaba porque en el país hubiera más democracia, para que la situación del país fuera mejor, luchaba por los pobres, por la educación.
Tras recalcar que Peña Gómez es un ejemplo digno de imitar, Peggy estima que la clase política debe reflexionar sobre el camino que está siguiendo la sociedad.
A su juicio, quienes en un momento dado detenten el poder no deben continuar con la mala práctica de abandonar los programas iniciados por sus predecesores. Considera que no se pueden cambiar los planes de educación cada cuatro años, sino que se debe hacer uno a largo plazo, no como ahora que cada gobierno cambia cosas buenas que habían hecho las autoridades anteriores.
Un buen ejemplo, dijo, es el caso de Chile, donde se han sucedido cuatro gobiernos y cada uno sigue lo iniciado por el anterior, sobre todo en lo concerniente a temas esenciales como salud y educación, y por eso es que avanzan.
Estima que se deben elaborar programas tomando en cuenta no sólo la opinión de los políticos, sino también a los diferentes sectores de la sociedad.
NO SE CONSIDERA HEREDERA POLÍTICA DE PEÑA
Aunque se considera una gran privilegiada por haber compartido con Peña Gómez durante tantos años, Peggy Cabral no se considera su heredera política.
Herederos políticos son todos aquellos que sigan su ideal, heredero político es aquel que siguió sus enseñanzas y al escucharlo entendió que debía cambiar.
Con humildad reconoce que la estatura del fenecido líder es demasiado, y dice que trata de aplicar en su forma de ser y actuar.
Pero evade cuando se le pregunta si el PRD como organización sigue los ideales de Peña, y obviando las rebatiñas y las imposiciones de un grupo de poder sobre los demás compañeros y que en la pasada gestión su presidente prefirió seguir el librito del archienemigo de Peña, el doctor Joaquín Balaguer, Peggy prefiere resaltar que los del partido blanco nos hemos ido democratizando, eligiendo una dirección a través de convenciones, hemos ido trabajando, hemos elegido a nuestro candidato presidencial a tiempo, superando la vieja tradición de escoger el candidato a último momento.
Y si hay algo en lo que el PRD está cumpliendo con Peña Gómez es con la unidad interna, sostiene Peggy Cabral. Recordó que hasta el último momento su marido dio muestra de su interés por el partido cuando decidió ir como candidato a síndico por el Distrito Nacional al darse cuenta que no era posible alcanzar la unidad con ninguno de los tres candidatos que había en ese momento.
Dijo que en este momento el PRD está unido alrededor de Miguel Vargas Maldonado con miras a reconquistar el poder en el 2008. Subrayó que las heridas causadas por las luchas internas son más difíciles de cicatrizar, pero afortunadamente la actitud de Milagros Ortiz Bosch, quien también aspiraba a la nominación presidencial, ha sido muy positiva, y eso contribuye mucho a la unidad de la familia perredeísta.
Afirma que Vargas Maldonado tiene las cualidades necesarias para responder a las aspiraciones del pueblo dominicano.
El pueblo busca gerencia y quien administre sus bienes, busca ejecución y Miguel en este caso lo probó cuando estuvo en Obras Públicas. Miguel es una persona que si se compromete a hacer una cosa la hace, sostiene doña Peggy, quien considera que las promesas incumplidas son de las cosas que más le reprocha al actual gobierno de Leonel Fernández.
LA LUCHA DE PEÑA POR LA NACIONALIDAD
Una de las cosas que más recuerda Peggy de su fallecido esposo es la lucha titánica que este tuvo que librar para que se le reconociera su nacionalidad.
No fue sino hasta 1986, siendo síndico del Distrito Nacional, cuando el líder perredeísta logró que las autoridades haitianas encontraran a su madre, en uno de los barrios más pobres de Haití, pero lamentablemente la encontraron dos meses después de que había fallecido. ¡Qué golpe para un hombre que vivió toda la vida pendiente de su madre!.
Empero, subraya Peggy, lo positivo de todo eso es que Peña logró demostrar que tanto él como sus progenitores eran dominicanos.
El doctor Peña Gómez vivió toda su vida luchando por demostrar su nacionalidad dominicana, algo que aún después de su muerte le regatean sus enemigos políticos como Marino Vinicio Castillo y otros nacionalistas, algunos de los cuales definitivamente son descendientes de inmigrantes.
Precisamente a Peggy Cabral le tocó acompañar al doctor Peña Gómez en los tiempos en que contra él se montó una de las campañas más despiadadas que en el plano personal se haya hecho en la historia del país contra un político.
Tener que luchar para poder ser reconocido en su propia tierra es algo que produce un dolor que va más allá, manifestó. Pese a recibir duros ataques en el país, cuando Peña Gómez salía al extranjero nunca criticó a su nación, todo lo contrario, realzaba las cualidades de la República Dominicana.
MATRIMONIO CAUSÓ REVUELO
Sin resentimiento, Peggy recuerda que su matrimonio con el doctor Peña causó un gran revuelo entre sus familiares, pero sobre todo en el ambiente político.
Los políticos eran sumamente celosos con la figura de Peña Gómez, afirma Peggy Cabral al tiempo de señalar que en un momento dado no faltó quien dijera ´¿Y qué viene a hacer esta aquí?´ Paulatinamente, sin embargo, los políticos cercanos al hombre fuerte del PRD fueron aceptando la relación con su nueva esposa al darse cuenta que nuestra relación era verdadera.
Al preguntársele por qué se enamoró del doctor Peña Gómez, una persona cuyo físico no se correspondía con el prototipo de hombre atractivo, Peggy no duda en responder que los líderes tienen un atractivo especial, pero el ser humano que era Peña no era su físico, iba más allá de su físico, de su color.
Dijo que si una persona se sentaba diez minutos a conversar con líder político que fue su esposo, inmediatamente se sentía atraído, porque lo que él era, lo que creía eran tan significativo que hacía que su físico y su color carecieran de importancia.
Subrayó que en un momento dado Peña Gómez no tenía una relación fuerte con la clase empresarial del país, pero en la medida que los grandes empresarios lo fueron tratando, primero como síndico y luego como político se dieron cuenta del gran ser humano que era, a posteriori, cuando él falleció, creo que quienes más sintieron su falta fueron ellos, porque sintieron la falta de un líder que armonizara y que lograra resolver problemas sin llegar a enfrentamientos.
PEÑA NO TIENE SUSTITUTO
Reemplazar a Peña Gómez es muy difícil, admite Peggy Cabral, al tiempo de afirmar que se le hace muy cuesta arriba pensar en comenzar una nueva relación matrimonial, a pesar de que han transcurrido ocho años de la muerte de su esposo.
Entre otras, una de las razones es que ha continuado haciendo lo mismo que acostumbraba hacer junto a su compañero y líder político.
Además de que sigue militando en el partido, desde su condición de encargada de las Relaciones Internacionales de la organización ha dado continuidad a las relaciones con otros partidos y personalidades de la Socialdemocracia Internacional, entidad de la cual Peña Gómez fue presidente para América Latina.
LAS METAS DE PEÑA
José Francisco Peña Gómez fue un abanderado de un gobierno de unidad nacional, lo que él llamaba Gobierno Compartido. Teóricamente, en una gestión presidida por él participarían no sólo los perredeístas, pues consideraba que era imposible hacer un buen gobierno sin la participación de los distintos sectores, incluidos los empresarios y la oposición. Peggy recuerda que los temas que más le preocupaban eran salud, educación y cómo combatir la pobreza que agobia a casi el 50% de los dominicanos.
Tras reconocer que el gobierno anterior, presidido por Hipólito Mejía no invirtió lo que se esperaba en salud y educación, dijo que esa experiencia debe servir para que en un futuro gobierno del PRD se les dé a estos sectores el apoyo que ameritan.
RECORDANDO A PEÑA GOMEZ
Al cumplirse este jueves diez de mayo ocho años del fallecimiento de líder perredeísta, el partido blanco realizará varios actos para honrar su memoria.
El programa incluye la puesta en circulación de la obra Recordando a Peña de la autoría de Peggy Cabral durante un acto a realizarse en su provincia natal, Mao. Además, el jueves a las nueve de la mañana será oficiada una misa en su memoria a las nueve de la mañana en la Catedral de Mao. Terminada la misa, la dirección del PRD depositará una ofrenda floral en el parque central de la ciudad maeña, que lleva el nombre de Peña Gómez. Posteriormente, los perredeístas se trasladarán a la Loma del Flaco. Ese mismo día en horas de la tarde el Instituto José Francisco Peña Gómez recibirá de manos del empresario José Luís Corripio la donación de varios libros escritos por el doctor Peña Gómez. Los libros fueron impresos en la Editora Corripio.