y quiere hacer otra película!

…y quiere hacer otra película!

El secretario de Estado y director de prensa, publicidad y relaciones públicas de la Presidencia, licenciado Rafael Núñez, es quizás uno de los más eficaces funcionarios; la oposición arguye que éste controla el debate mediático. Es sin dudas uno de los más influyentes burócratas de la presente administración.

Por eso me han asombrado tanto unas declaraciones del ex rector de la UASD y actual coordinador del Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria, licenciado Roberto Santana, en un programa de televisión del comunicador José Laluz el miércoles en la noche.  Escuché con mis propios oídos cómo Santana puso en dudas, de hecho desmintió, afirmaciones de Núñez en su libro de reciente publicación sobre el narcotraficante José David Figueroa Agosto.

Núñez relata que las autoridades supieron o confirmaron que Figueroa Agosto había regresado a Puerto Rico junto con su amante Sobeida Félix Morel debido a una fantástica operación de espionaje consistente en implantar dentro de la misma celda de la detenida Mary Peláez a una agente que intimó con ella logrando revelaciones sobre el paradero del fugado narcotraficante. Santana opina, correctamente a juicio mío, que esa revelación de Núñez (que me parece no era del dominio público y a la que él accedió debido a sus funciones oficiales) equivale a una sentencia de muerte contra Mary Peláez, puesto que indicaría que ésta traicionó la confianza del capo al informar, aun haya sido dizque sin querer, la ubicación de Figueroa Agosto.

Más aún, Santana aseguró que le parece imposible que alguna autoridad haya logrado infiltrar una agente hasta la misma celda de Mary Peláez sin que él mismo, Santana, lo haya autorizado ni se haya enterado de ello, puesto que en las penitenciarias del nuevo modelo hay protocolos que alegadamente impiden ese tipo de ocurrencia.

El desmentido que hace Santana al libro de Núñez es sólo un ejemplo de por qué la publicación de su libro ha sido tan mal aconsejada. Como este seguramente hay otros detalles que Núñez conoció como funcionario y no por ninguna destreza especial como reportero investigador en este caso. A mí, y a muchos otros amigos del Presidente Fernández, nos ha parecido extremadamente extraña la publicación del libro de Núñez. Pero la cosa se pone mejor. Este jueves leí en la prensa que el flamante autor busca vender los derechos para hacer una película. Estamos en tiempos mediáticos.

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