Es el título de la canción que grabaran un grupo de artistas para recaudar fondos para el Comité de Emergencia para las Catástrofes de Gran Bretaña. Esta canción formará parte de un disco que estará a la venta dentro de poco y en el que participan los hermanos Robin y Barry Gibb, de los Bee Gees, Olivia Newton-John, Chris Rea y por supuesto el cantante irlandés Bono.

Cuando decimos por supuesto, es porque el líder de la famosa banda U2 ha sido uno de los artistas más solidarios y preocupados por las tragedias y los desastres por las que pasa la humanidad.

A Bono lo vimos junto a Collin Powell en Africa a donde lo llevó para que constatara con sus propios ojos la pobreza y el hacinamiento al que el primer mundo debe ponerle remedios más profundos que simples y momentáneas dádivas.

Bono quiere que tanto los ciudadanos comunes como los que detentan el poder estén conscientes del empobrecimiento que causan las deudas externas y de que hay «miles de niños que mueren por contagios que podrían evitarse con dosis que cuestan veinte centavos (diez céntimos de euro)».

El llamado lo hace a través de una pregunta «¿No queremos ser la generación que dice no a esto?» con la que sigue sumando adeptos a un grupo de gente rica y famosa que como él intenta «Hacer de la pobreza historia».

Que Bono tan mono… Parafraseando a Silvio, «una canción no cambia el mundo, pero ayuda», recordamos que la esperanza que nace con este tipo de iniciativas tampoco se olvida.