Roma. EFE. Los diseñadores italianos Domenico Dolce y Stefano Gabbana, creadores de una de las firmas de ropa más prestigiosas del mundo, han decidido poner fin al ritmo frenético de los avances de temporada, que, según ellos, arruinan el mercado de la moda.
Hemos decidido decir basta. Iremos a contracorriente, seremos quizá los primeros en hacerlo, pero ha llegado el momento de cambiar, asegura Gabbana en una entrevista que publicó ayer el diario económico italiano Il sole 24 ore.
Hace ya un año que estamos un poco cansados de estos ritmos -añade-, que requieren un gran compromiso estilístico, pero sobre todo un enorme esfuerzo empresarial. Todo debe ser muy veloz y estar muy bien hecho, con un servicio siempre al máximo.
Los modistos se quejan del interés viciado y generalizado por tener antes que nadie las propuestas de la próxima temporada, cuando, incluso, no se ha disfrutado de las prendas de la actual estación, algo que, según ellos, partió de Estados Unidos para después llegar a todo el mundo.
A base de anticipar se termina por trabajar a la vez sobre más colecciones, mientras nuestros proveedores de tejidos no tienen todavía productos nuevos que ofrecer. Es un frenesí que crea problemas a toda la industria textil, apunta Gabbana. Según el modisto, Dolce & Gabbana empezó hace quince años sus primeros avances de temporada, pero entonces, dice, era un fenómeno mucho más pequeño, con un interés menos excesivo del que existe hoy.
A mitad de noviembre veo los escaparates con minifaldas de colores y camisas. ¡Y aún no habíamos vendido los abrigos ni las pieles! ¿Estamos locos?, me dije. No se ha acabado aún la mercancía de la colección actual y ya ha llegado la de la próxima, comenta Gabbana.
Si nos queremos suicidar, hagámoslo entonces. Pero las cosas se deben comprar cuando hacen falta. Por ello hemos decidido entregar todo en los tiempos adecuados.