“¡Brinca la tablita que yo la brinqué!”

“¡Brinca la tablita que yo la brinqué!”

 ¡¡¡Píndarooooooooooo!!!… ¡¡¡Soy Memooooooo!!!… ¿Cómo estás???… ¡Hola Memo!… ¿Cómo te va en los Estados Unidos?

¡Estoy hecho un trinquete! ¡Comiendo saludable! ¡Pensando saludable! ¡Analizando la inmortalidad del cangrejo!… ¡Ayudando a los demás a vivir más!!!! Píndaro, sólo escucha unas palabritas que, convertidas en unas palabrotas, las leí en un libro de un tipo más inteligente que el caray que murió hace unos años y que llegó a ser un profesional de las relaciones públicas de gran calibre a nivel mundial… ¡Un tremendo cerebrito!… Sus tres palabras mágicas –que no son una pendejá – son: Amor, Poder y Abundancia… Con su orientación ha surgido más de un millón de organizaciones en el mundo…”.

“Diantre Memo, es una lástima que en mi país no haya esa tendencia, o seamos tan tacaños en fomentarlas..” exclama Píndaro… y, agrega: “pareciera que tenemos una exclusiva bolita del mundo en nuestra media isla y que nos creamos más papitas que el mismo Papa…”.

“¡Salud, es igual a prosperidad…” -dice Memo- “y, prosperidad es una mejor calidad de vida!… Así piensan los alemanes y los chinos y por eso están delante de los que vivimos en el resto del mundo… Nosotros podemos aplicar estos principios a nosotros, cada día y ustedes, en la República Dominicana, no veo por qué no puedan empezar a hacerlo… La misma fuerza de poder que nos trae buena fortuna, al mismo tiempo nos trae mala fortuna… dependiendo de cómo lo veamos… La única razón por la cual a la gran mayoría se nos da tan poca fortuna es porque no sabemos que ese poder existe y cómo usarlo…”.

“Epaaaa, Memo, una vez leí que nuestro subconsciente es el más poderoso instrumento creativo en el universo” –grita Píndaro-, “se expande en espacio y tiempo, manifiesta sus formas de las sustancias mismas y alcanza a todos los conocimientos… Y, lo más importante: ¡Existe en cada uno de nosotros!”.

“Uuuyyyy, Píndaro” –exclama Memo-, “No olvides que la mente es la unión del subconsciente con el consciente… Y, la mente subconsciente hace exactamente lo que la mente consciente le ordena… Esa inteligencia que tenemos todos escondida y que existe detrás de nuestros propios ojos, no está sujeta al tiempo, ni tiene forma, ni nombre, ni casa, ni trabajo fijo… Su importancia radica en que nos deja sentir que existimos y somosssssss… ¡Yo soy!”

“Ahhhh, entonces…¿tú me dices que mi mente cobra vida tan pronto yo quiera que exista, de acuerdo a mis necesidades y a mis deseos?” –pregunta Píndaro.

“¡Desde luego!” –responde Memo-… “Tenemos la potestad de dar vida a una simple fórmula: Lo que yo pienso, más el nivel de convicción que pueda yo alcanzar sobre mi pensamiento, es igual a lo que se conoce por convicción… Es más, el plano invisible de nuestra propia existencia humana nos ofrece el gran reto que se convierte en la esperanza de nosotros, como seres humanos..”. En eso, Píndaro interrumpe y salta con esto: “¿Es verdad que si yo me paso 10 minutos diarios meditando, yo puedo lograr que mis pensamientos se proyecten en lo que tú llamas la mente subconsciente y eso me permita lograr que ellos sean una realidad al día siguiente?”

Memo sonríe feliz y agrega: “La mente subconsciente siempre actúa, y cuando actúa lo hace a través del pensamiento que, para nosotros, es el más predominante… Además, con el hecho de simplemente decir algunas palabras que deseemos, ellas inmediatamente te darán la paz y la confianza que necesitas… Para que tengas unos días como quieres que sean… ¡Brinca la tablita… que yo la brinqué!”.

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