“Círculos de tambores” una dinámica  antiestrés

“Círculos de tambores” una dinámica  antiestrés

La innovadora terapia, que surgió en los  Estados Unidos hace ya 20 años,  ayuda a la buena salud mental y emocional de los seres humanos, explica Patricia Mollá, facilitadora de esta técnica

POR LILIANA CEPEDA

Debido a la constante agitación y exceso de trabajo al que se encuentran sometidas las personas en la actualidad, las empresas han registrado un alto nivel de estrés y presión laboral en los empleados, lo que  podría provocar una disminución del rendimiento en las actividades laborales.

Por esta razón hay compañías que han tomado la iniciativa de implementar y dar a conocer, en diferentes países, técnicas cuyo objetivo principal es fomentar  la buena salud mental y emocional de los empleados, factor que -en definitiva- constituye la raíz de la mayoría de las enfermedades físicas  de los seres humanos .

Dentro de estas técnicas o terapias, como algunas personas le llaman, se encuentra una  conocida como  los “círculos de tambores”,  dinámica sistémica que forma parte de lo que se conoce como el modelo de aprendizaje “experiencial” (basado en la experiencia), y dirigida al desarrollo pleno de las emociones del ser humano a través del sonido rítmico de los tambores.

Patricia Mollá, consultora en creatividad, quien se desempeña como facilitadora en esta técnica, explica que la misma surge en Estados Unidos hace 20 años. “Tiene una modalidad dirigida más a lo comunitario y empezamos a llevar a empresas, salud, educación y capacidades especiales”, dice.

Señala que se trata de una innovadora dinámica basada en el uso de instrumentos de percusión de diferentes tipos, con los cuales  las personas puedan ir encontrando y expresando un ritmo personal, propio y genuino.

“No es un ensamble de percusión; no es música aprendida, es  espontánea. Esa es la gran diferencia de otros círculos que se arman con tambores, con personas que saben percusión”, apunta la experta.

Este tipo de actividad surge como una necesidad de las empresas de tener una mejor disposición de sus empleados y esto solo se logra trabajando directamente sobre lo personal para que puedan estar mejor capacitados para realizar un buen trabajo en su empresa.

A través de “los círculos de tambores” se puede lograr mejorar  la inteligencia emocional,  tocar el interior de cada ser humano al ritmo de sus propias emociones.

Cómo funciona

Al principio no hay ninguna regla, los participantes solo están explorando. Luego, se empieza con juegos rítmicos y como en todo juego, debe haber una regla para que haya un desafío, esa pequeña regla tiene que ver con lo que se tiene que hacer.

El grupo construye una melodía en conjunto y sanamente van aprendiendo a través de esta dinámica a escucharse, a poner lo propio y a darle lugar al otro. Cada individuo se integra en algo comunitario.

“Toma una fuerza muy grande el que tú no tengas que hacer la música que yo te pida;  yo solo facilito para que de cierta manera tú puedas hacer lo tuyo.”

Se realiza solo con instrumentos de percusión, es decir, todo lo que suena con sonidos de metales y con golpes de madera.

No es una demostración de talento, más bien lo que se busca es integrarse a la comunidad.

La meta se la propone el mismo grupo.

Las reglas para que las cosas vayan aconteciendo mejor se transforman acorde con el grupo y los resultados dependen de las transformaciones que ellos hayan podido hacer.

Las Ventajas

Según explica Patricia Mollá las principales ventajas  de este método son:

Al tener un abordaje lúdico experiencial, las personas entran fácil en esta dinámica.

El aprendizaje se hace desde una visión positiva de lo que está ocurriendo, no se resalta lo negativo, se va buscando hasta que sea lo más positivo posible.

Esta dinámica la puede practicar toda persona que tenga la posibilidad mínima de emitir un sonido sin importar la edad, estatus  social ni  cultural.

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