El esforzado y conocido luchador por la unidad de los árabes, licenciado Jorge Yeara Nasser, puso en mis manos el interesante libro “Conflictos Árabes-Israelíes” de la autoría de un ciudadano de la luz, como lo es el doctor Rafael Kasse Acta. Al recibir el obsequio de la interesante obra, tal me pareció escuchar la voz de San Agustín repitiendo “Tolle Lege” o sea: “¡Toma lees!”.

Rafael Kasse Acta nació en Macorís del Higuamo en 1927. Esa ciudad donde se meció la cuna de Kasse Acta, fue también el lar donde se columpiaron las cunas de poetas, músicos, oradores, escritores y periodistas. ¡Tierra de hombres y mujeres amantes de la libertad!

Comencé a tratar al doctor Kasse Acta en el Edificio Copello, en Abril. Cuando la epopeya del 1965, en que Kasse Acta fue viceministro de Salud del Gobierno en Armas del coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó.

La Universidad más vieja de América, la Autónoma de Santo Domingo, a Kasse Acta lo tuvo como su Magno Rector. Siendo además profesor de la Facultad de Odontología de esa alta casa de estudios. Y no podemos olvidar que a Kasse Acta le tocó presidir el Comité Organizador por la Paz. Como descendiente de árabes, supo él con gallardía defender a los árabes, con sus palabras y con sus escritos, frente a las agresiones reiteradas de los vecinos levantiscos y guerreristas.

Y ahora con alto honor confieso que comencé a conversar con Kasse Acta, en las tertulias sabatinas de Cuchito Álvarez Dugan, cuando dirigía El Nacional de Ahora. Frescas tengo en la alcancía de mi memoria las conversaciones acerca de Lord Barfull, el inglés que empezó a tratar de buscar y encontrar la tierra, para establecer a los sionistas o judíos, que constituían un “Estado sin asentamiento”.

Entonces se hablaba de buscar una tierra sin habitantes, como por ejemplo la extensa Patagonia. Sí así fue, la Patagonia argentina. Para el asentamiento de unos habitantes sin tierra.

Pero lo que ocurrió fue terrible… y “los habitantes sin tierra” fueron llevados a Palestina, que era “una tierra con habitantes”. Y “Oh Alah”, se incubó así, la grave génesis de “Los Conflictos Árabes-Isra1íes”. Asuntos estos, que han sido en el matutino HOY bien enfocados, por la pluma internacionalista del licenciado Ubi Rivas Rodríguez.

Y ya para terminar consigno como “la pour verité, que la afectuosidad de Rafael Kasse Acta me permitió tratar con él, el “quid” de los “rigores mandonistas” que convirtieron a ese buen ciudadano que fue José Salvador Omar Jorge Blanco en una víctima de una iracunda corriente mandonista.

El doctor Kasse Acta me relató algo de la vida estudiantil del doctor Jorge B1anco, quien en el 1945 fue a vivir como “pensionista” a la casa de familia de Rafael Kasse Acta. Salvador pidió permiso para levantar entre piso y techo, de su amplia habitación, una especie de piso intermedio, para que colocada fuera, la cama de su compañero de estudios Orlando Cruz. Y concluyó Rafael diciéndome que “Salvador hombre bondadoso y de buen vivir, cuando viajaba a Santiago, al regreso lo hacía con un cargamento de p1átanos, yuca, pollos y otros productos del fértil Cibao… de nuestros eternos amores.