“Crónicas de Papel”
Un evento didáctico para aprender y pensar

<STRONG>“Crónicas de Papel”</STRONG><BR>Un evento didáctico para aprender y pensar

MARIANNE DE TOLENTINO
¡Santiago y el Centro León sobresalen nuevamente en una exposición excepcional, “Crónicas de Papel”.  El autor de la muestra es el valenciano “Equipo Crónica”, integrado por Rafael Solbes y Manuel Valdés.

Las decenas de obras sobre papel muestran no sólo la virtuosidad en todas las técnicas, sino un caudal de referencias históricas y sociales. Gran arte, pero nunca arte por el arte. Disfrutar en la República Dominicana dos exposiciones simultáneas, una en el Museo de Arte Moderno, otra en el Centro León, del Equipo Crónica, parece un sueño para quienes se iniciaron al arte en las décadas 60/70, ya que ese colectivo-dúo era a la vez símbolo de renovación y permanencia, fortaleciendo el acceso de España y Europa a una creación contemporánea, ¡no iconoclasta… todo lo contrario!.    

MARIANNE DE TOLENTINO

La exposición que se presenta en el Centro León corresponde a su programa de intercambios con el Instituto Valenciano de Arte Moderno, una de las más relevantes instituciones españolas en su campo. La comisaria -o si preferimos curadora- es la profesora Michel Dalmace, directora del Departamento de Arte Caribeño de la Universidad de Burdeos III, una profesional de alta competencia y una gran amiga de nuestro país, de nuestros artistas.  Con la consabida capacidad del equipo del Centro León, el resultado no podía ser otro que la excelencia, un evento didáctico, para aprender y para pensar.

Si hablamos de evento y no sólo de exposición, es que en torno a la muestra se han organizado varias actividades de animación y se ha producido un material educativo para los niños – por cierto cada vez más atractivo y perfeccionado-.

Por otra parte,  la museografía de Pedro José Vega le comunica – podríamos afirmar “como siempre”- el realce óptimo: no cae en el efectismo escenográfico, pero se entrega a la mejor presentación posible para que la lectura del visitante sea  atractiva y fácil, desde la entrada. El inmenso panel “Crónicas de Papel”, un collage sobre papel de traza y una tipografía tan gestual como geométrica y clara, define ya lo que vamos a ver.

La exposición

Michel Dalmace y el Centro León han optimizado la disposición de las obras,  dividiéndolas en ejes temáticos. Se suceden las obras del Equipo Crónica, realizadas entre 1964 y 19881, en una organización lógica

y estimulante” la Paginación -acento sobre gráfica y medios de comunicación-,  el  Espacio: exterior -la obra en un espacio y soporte determinado-, el Espacio interior -introspección de los artistas-, el Aspecto textual – aportes de letras y lenguaje-, los Objetos- importantísmo como valor de signos y símbolos- el Retrato  -pero con una revisión conceptual-, Piezas autónomas- recuperación / apropiación de obras faros de la pintura occidental-, el collage -concretando y jugando-, finalmente los Bocetos para teatro.

Por cierto, no nos sorprende el trabajo del Equipo Crónica con el Teatro de Brecht: hay aparte de la compenetración, una innegable similaridad y correspondencia. Como Brecht en sus piezas, Rafael Solbes y Manolo Valdés exacerban la realidad, produciendo el provocador distanciamiento brechtiano, que genera la reflexión. La identificación pasa a través de un lente de aumento y una desmitificación de modelos, gente o cosas. La afinidad se hace evidente.

Ahora bien, impresiona en esas “Crónicas sobre Papel”, tan fuertes como  la vertiente sobre lienzo que podemos admirar en el Museo de Arte Moderno de Santo Domingo, la increíble riqueza de expresión, de medios, de técnicas, de estilos.  Hay una virtuosidad de solistas a dúo que dominan maravillosamente sus instrumentos, sin que se sienta el paso de uno a otro, del mero bocetico gestual al acabadísimo y casi tridimensional dibujo. La distancia entre lo popular -publicidad y tira cómica, fueron precursores del triunfo de esa categoría- y lo culto -la recuperación de grandes clásicos y modernos- se borra, El Equipo Crónica es verdaderamente totalizante y tiene una curiosidad bulímica por el mundo cotidiano como por las artes plásticas.

Definiríamos su propuesta como una
síntesis de saber, juego y pasión

El espíritu

Obviamente, ambos pintores se divierten muchísimo, la vena lúdica generando más imágenes y expresiones. De ahí que prácticamente en cada obra, encontramos entusiasmo y pasión: Solbes y Valdés sólo se pueden contener… pasando a un nuevo divertimento, a una nueva obsesión. Así la mochila y la chaqueta. Ambos cargados de simbolismo por supuesto, la mochila se vacía y se llena, la chaqueta se pone, se deja, se voltea  Al menos es nuestra lectura. No faltan el restaurante y el café donde, en los 70., se cocinaban las filosofías, los proyectos, las subversiones…

Pues jamás tenemos por delante a un arte gratuito, a un simple ejercicio gráfico-pictórico. El compromiso es omnipresente. Trátese de un expresionismo, de un pop, de un realismo, críticos siempre, necesariamente aluden a la realidad española y las tiranías, el poder y la autoridad, la política y la sociedad – ¡que maravilla ese ícono de los mandatarios, con una deformación… de anamorfosis, donde todo está dicho!-. La psicología está al servicio de la sociología, y tanto los objetos-cosas – importantes en la obra- como los sujetos-hombres coparticipan en el permanente enfoque crítico, con un dejo de humor. Puede haber excepciones trágicas, que traducen la indignación de los autores, así los dos cuerpos yacentes y sus estelas de sangre.

Se ha discutido mucho acerca de la naturaleza de la obra del Equipo Crónica como pintura -aquí dibujo, no importa- de historia. Falta el espacio para abordar ese tema fundamental en los artistas. La historia es omnipresente, y queremos mencionar al menos la historia del arte que saben tan bien reintepretar y recrear en sus propias obras. Son maestros en la apropiación creativa. Rembrandt, Velázquez, Picasso, Miró, Léger les fascinan y se trasladan a sus dibujos como a sus pinturas, y no cabe duda que para disfrutar plenamente al Equipo, se debe conocer la historia del arte.

Unas obras nos han llamado particularmente la atención, los magníficos dibujos en torno al famoso, inmenso e insurrecto  cuadro de Géricault, La Balsa de la Medusa. Rafael Solbes y Rafael Valdés han tomado los elementos más significativos de la pintura, el manifiesto por la libertad -simbolizado por el negro y su bandera colorada en la tragedia circundante-. Los artistas españoles jamás envilecen a sus modelos – como Duchamp y los bigotes a la Gioconda- les rinden un homenaje y los resucitan, uno de los tantos aspectos formidables de la obra y que el excelente dibujo transmite perfectamente.

En pocas palabras, se agradece infinitamente esta exposición “Crónicas de Papel”, que como lo señala Rafael Emilio Yunén, muestra el valor de los intercambios nacionales e internacionales, coloca el dibujo en su justo nivel y “es una oportunidad para calibrar la rigurosa tarea que se impusieron  Solbes y Valdés como artistas”..

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