Hoy 
POR DOMINGO ABRÉU COLLADO
La Academia de Ciencias de la República Dominicana albergó la noche del jueves 4 la conferencia «Cueva de las Maravillas: cinco años después», dictada por el arquitecto Marcos Barinas y el arqueólogo y espeleólogo Domingo Abréu Collado. El propósito de la actividad era dar a conocer su proceso de habilitación y comunicar las evaluaciones de su estado actual.
La conferencia de los conocidos profesionales ligados a las cavernas había sido planificada con el presidente de la Academia de Ciencias, doctor Nelson Moreno Ceballos y la encargada de relaciones internacionales de dicha entidad, Cecilia Caballero, luego de que por casi dos años se insistiera infructuosamente en la celebración de un debate sobre Cueva de las Maravillas. La Academia invitó luego a Gabriel Atiles y Adolfo López para darle forma de debate al evento, lo que prolongó las exposiciones de los conferencistas; esto, sumado a la tardanza de Moreno Ceballos en llegar a presidir la actividad, redujo considerablemente el tiempo hábil para las presentaciones. Tras un corto discurso de apertura de parte de Moreno Ceballos, el arquitecto Marcos Barinas inició su exposición, aprovechando una extensión de tiempo para la misma, concedida por el presidente de la Academia. Barinas mostró ágilmente y con gran profesionalismo el proyecto arquitectónico previsto para la cueva, destacando la visión holística del proyecto, que no solamente implicaba la cueva en sí: espacios, concreciones, arte rupestre, fauna, etcétera, sino todos los elementos circundantes: el río Cumayasa, el bosque adyacente, las corrientes subterráneas, las comunidades cercanas y la propia carretera. Por otra parte, Domingo Abréu Collado resumió la historia de la devastación del suelo de parte de la caverna, iniciada desde los años 30 con las extracciones de murcielaguina. Explicó que la habilitación de la cueva se desarrolló sobre la zona agredida, conservando para investigaciones futuras los espacios que no fueron tocados ni por las extracciones ni por la reciente habilitación. La cueva, según informó, está abierta a cualquier proyecto de investigación que se presente dentro del marco regulatorio de la Secretaría de Medio Ambiente y el Patronato de la Cueva de las Maravillas.
El presidente de la Academia cortó la conferencia de Abréu Collado, quien escribe, aduciendo agotamiento del tiempo, dando paso a la intervención de Gabriel Atiles, quien se refirió a la habilitación de la Cueva de las Maravillas como una «cueva violada», aludiendo a supuestos daños al arte rupestre de la cueva que no presentó.
A seguidas, Adolfo López lamentó que ahora en la Cueva de las Maravillas no se pueda entrar para «acostarse boca arriba sobre la murcielaguina para adorar a los dioses taínos». Consideró la habilitación de la cueva como un circo de luces recordando que antes él «entraba antes con un paraguas para evitar ser mojado por los cientos de miles de murciélagos, pero que ahora no existe ni uno sólo».
López se refirió también a la habilitación de cuevas de Europa y, a pesar de insistir en ue la Cueva de las Maravillas ha sido destruida porque fue acondicionada turísticamente, defendió su intención de habilitar la Cueva de José María, del Parque Nacional del Este, sobre la que declaró en 1994 haber descubierto que los taínos no eran ágrafos, es decir, que tenían escritura (y por lo tanto lectura), solicitando desde entonces adecuar esa cueva (con luces, caminerías, pasamanos, escalones, etc.) para que todo el mundo pueda visitarla.
Finalmente, el presidente de la Academia de Ciencias, Nelson Moreno Ceballos, se comprometió ante los asistentes a preparar un viaje en autobús a la Cueva de las Maravillas a fin de dar seguimiento a la discusión.
