La experiencia de ser padre sirvió de motivación para que José Enrique Báez escribiera parte de esas conversaciones que mantenía con su primer hijo cuando éste tenía entre 2 y 5 años de edad, cuando a su juicio los padres deben acompañar a los hijos en su mundo de fantasía, y no sacarlos de allí para entrarlos al suyo.

Explica que el niño irá aprendiendo sobre el mundo en su justo momento a medida que va conociendo, “no quiere respuestas adultas. Un niño de cinco años no quiere saber de qué está compuesta la luna, quiere que tu valides lo que piensa de las cosas”.

En el libro Didáctica del alma, versos y conversaciones entre mi hijo y yo, su hijo que también se llama como él, aparece como co autor, ya que dentro de los 28 trabajos que contiene, en 20 participa. Hoy José Enrique Báez Jr., tiene la edad de 8 años.

“Quise rescatar sus primeros vocablos, oraciones, preguntas sobre el mundo y su entorno y además sus precisiones y su visión del mundo que le rodeaba, porque como todos saben la visión de los niños es diferente, ellos no ven problemas, dificultades, ni intriga, ni odio, y sí un mundo lleno de fantasías, magia, fábulas, un mundo maravilloso del cual, como destaco en el libro, no debemos sacar nunca durante su infancia”, agregó.

Lo considera una lectura para padres e hijos, e incluso se ha contemplado la posibilidad de presentarlo como libro de texto. En él se reflejan la relación de apego entre los niños y sus padres y la importancia de este vínculo en el poder de la afectividad.

José Enrique Báez es ingeniero forestal de profesión. Escribió el libro Prólogo de la libertad sobre poesía social de revolución, el cual terminó en Bulgaria cuando realizaba estudios forestales y publicado en 1991 en el país.

Pero su interés por la literatura surgió aún tiempo atrás, cursando el bachillerato se involucró en la creación de un círculo literario en la zona norte de Santo Domingo.

En el libro no se siente alejado de lo forestal, ya que vincula toda la naturaleza y el mundo de su infancia con su quehacer. Los ríos, los bosques, los árboles, las montañas, las estrellas, la naturaleza en general es presentada en la publicación, en donde una pregunta la convierte en conversación poética.

El prólogo del libro lo realizó el doctor Bruno Rosario Candelier, director de la Academia Dominicana de la Lengua, y la presentación el profesor Higinio Báez, quien descubre en el libro una didáctica del alma, de donde surge su nombre.

Durante la puesta en circulación de la obra, la psicóloga Zoraida de León dijo que en ella “hay un padre que disfruta su paternidad exhibiendo los roles verdaderos, que son necesarios para que los hijos sean felices y saludables y aprendan de la vida, de la naturaleza y de las relaciones humanas en un plano cálido y emotivo”.

El diseño de portada y la diagramación es de Julián Amado, quien además realizó algunas de las ilustraciones.