Hoy 
Por REYES GUZMÁN
Inicia mañana la presentación de la obra El fabricante de deudas, en la Sala Ravelo del Teatro Nacional, con un elenco de primera que comparte la responsabilidad de ofrecerle al público música, canto y humor. La pieza es del escritor peruano Salazar Bondy, dirigida por Ángel Mejía, quien coloca en cada personaje al actor ideal.
Las funciones serán hasta el 19 de marzo, en horario de las 8:30 de la noche. Está abierta la posibilidad para tandas de estudiantes, en la mañana y la tarde.
Actrices y actores de varias generaciones fueron escogidos para cerrar con broche de oro la Temporada de la Sala Ravelo. En forma de comedia musical, El fabricantes de deudas reúne a César Olmos, Mario Lebrón, Servio Uribe, Teófilo Terrero, Juan Sánchez Piña, Miguel Ángel Martínez, Laura Guzmán, Nileny Estévez, Omar Ramírez, Miguel Montalvo, Kenia Rivera, Pavel Marcano y María Paola Hernández.
Ellos tienen a su cargo el espectáculo que mayor cantidad de estrellas de la escena ha concentrado en los últimos años la Sala Ravelo. La producción es de Taty Olmos, coreografía de Tatiana Mejía, escenografía y vestuario de José Plasencia, luces de Bienvenido Miranda, asistencia de dirección de Nancy Vizcaíno y musicalización al piano de Miguel Ángel Mejía.
Dice Mario Lebrón que se trata de una buena obra, que le ofrece al público un espectáculo en el que se destacan todos los actuantes.
Se trata de una crítica social que se desarrolla en forma de comedia y que los que asistan la van a disfrutar.
Para Ángel Mejía, los participantes componen un magnífico equipo, que le permite volver a los tiempos de los grandes elencos, como una manera de aportar nuevos atractivos a un público al que en los últimos años apenas se les ofrecen monólogos y montajes de pocos actores.
El fabricante de deudas, del peruano Salazar Bondy, tiene la fama de haber sido llevada a los escenarios de Broadway y las principales capitales de América Latina. El personaje principal de la misma, llamado Obedot, es un típico vividor que se desenvuelve en una maraña de negocios y trucos que lo hacen parecer un hombre rico, cuando en realidad trafica con sueños y bienes ajenos.
Expresa que el montaje es un banquete de buenas actuaciones, emociones, música, bailes, colorido y una historia que nos hace reír y reflexionar sobre los enredos, agonías y peripecias de las clases medias de hoy para sobrevivir en un mundo de estrecheces y apariencias.
Con El fabricante de deudas, Mejía regresa a los escenarios, de los que se mantuvo retirado por más de diez años para dedicarse al diseño de páginas web y productos multimedia. La presentación de la obra cuenta con el respaldo de la Secretaría de Cultura y del Teatro Nacional. Es parte de las diversas actividades conmemorativas de Marzo Teatral.
