“El milagro de la Navidad”, un regalo espiritual

“El milagro de la Navidad”, un regalo espiritual

POR MARÍA MERCEDES  
Los ojos de las personas que se reunieron para ver “El milagro de la Navidad” tenían un brillo muy especial. Y es que aunque algunos ya lo han visto en años anteriores estaban  muy felices de observar nuevamente este espectáculo teatral y musical que el Banco Popular presenta cada Navidad como un regalo para la familia dominicana.

Por eso, la explanada de la Torre Popular fue colmada de cientos de padres que asistieron acompañados de sus hijos. Muchos optaron por llegar horas antes del inicio, pues querían ocupar los mejores asientos para observar más de cerca la función.

Por el gran entusiasmo que reinó en el lugar la espera fue amena, y muy sabrosa, pues tomaron un delicioso té de jengibre, típico de estas fiestas navideñas.  

Cabe destacar que durante 13 años, el Banco Popular ha entregado este regalo espiritual con la misión de incentivar la integración de la familia, el amor y la confraternidad, así como para el disfrute de infantes y adultos.

Minutos después de las 7:00 p. m., fueron encendidas las luces del escenario y con el aplauso del público aparecieron los personajes de “El milagro de la Navidad”, un espectáculo teatral que recrea el nacimiento del Niño Jesús, escrito y dirigido por el afamado dramaturgo dominicano Iván García e interpretado por empleados de la entidad bancaria.

Al referirse a la intención de escribir la pieza teatral afirma: “Creo en el mensaje que transmite la obra. Cualquier hombre puede ser Jesús, cualquier mujer puede ser María y cada niño que nace puede ser un salvador que viene a traer la paz, el bien, la fe y el amor al mundo”.  

Luego de que los presentes hicieran junto a los personajes el recorrido por Belén, en el que tuvieron la oportunidad de vivir segundo a segundo esta historia que cambió el curso de la humanidad, los Reyes Magos pronunciaron estas palabras “dejen que el niño Jesús nazca en cada uno de sus corazones, aprendamos a valorar el amor al prójimo, y pasen una feliz Navidad”.

La escenificación terminó con una lluvia de tiras de papel en colores blanco y azul,  seguido del colorido de los fuegos artificiales, que fue del deleite de grandes y chicos.

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