En las fiestas escolares, José Luis Pérez Martínez El Poto era el alma del coro. Él era el anfitrión de los eventos.
Todo este apasionamiento que le producían estas actividades artísticas en su colegio, le han servido en la actualidad.
Y es que El Poto se ha convertido en un exitoso productor de espectáculos, máxime de música electrónica y urbana.
Todo comenzó en el 2001, cuando empecé a salir y a conocer personas. Me gustó el ambiente. Me inicié como promotor de varias discotecas, luego fui dueño de algunas, después seguí con las fiestas y finalmente con los bonches y conciertos establecidos, relató el joven que se inició en este mundo luego de que una lesión lo alejara de las Grandes Ligas.
El Poto indicó que eligió la música electrónica porque vio que en ese momento era un género que estaba en crecimiento. Este es un medio muy difícil e incómodo. Para llegar a ser más o menos reconocido en el mundo de las producciones y que las marcas confíen en ti tienes que tener una base.
Como parte de sus méritos, señaló el haber hecho un evento con una plataforma dentro del mar, el primer festival electrónico en el país y armar los bonches en diversos lugares.
Algo que le llena de orgullo es que en sus eventos no ha tenido problemas con casos relacionados a las drogas. Como productor mando mis cartas a las diferentes instituciones, porque hay que estar pendiente de todo. Tenemos un equipo de trabajo muy organizado, nos enfocamos mucho en la seguridad y en la comodidad de nuestros clientes, que nos siguen en todo lo que hacemos. Somos una gran familia, aseguró el joven.
Grandes Ligas
Futuro
José Luis Pérez Martínez contó que tenía mucho porvenir como futuro jugador de las Grandes Ligas. A los 17 años fue firmado por Arizona Diamondbacks y llegó a jugar en Triple A, pero una lesión se interpuso en su camino. Yo era primera base y outfielder, muy bueno, por cierto, modestia aparte. Un músculo de la pierna se me desgarró mientras corría. Las terapias no me solucionaron el problema, dijo El Poto, cuyo apodo realmente es El Potro.