“El que viaja en la vida con una sonrisa, siempre se queda joven”

“El que viaja en la vida con una sonrisa, siempre se queda joven”

Nos abrió las puertas de su residencia y las de su corazón. Junto a su esposa Aliza, Amos Radian, embajador de Israel en el país, nos recibió con un entusiasta ¡Buenos días! ¡Bienvenidos! e inmediatamente nos invitó a pasar a un espacio acogedor con una hermosa vista del parque Mirador Sur.

Nos sentamos y desde ese momento conversamos durante hora y media de su vida diplomática, su familia, sus gustos e ideales, así como de anécdotas muy especiales  que  ha vivido durante un año de estadía en el país.

Aunque el cassette del grabador no dio abasto y confieso me olvidé de revisarlo (la conversación estaba súper interesante), he de decirles que en mi mente se guardó cada palabra y cada gesto de Amos Radian, porque simplemente es una persona con una inteligencia fascinante y una sencillez admirable. Lo primero que nos dijo antes de iniciar la entrevista fue “Ni mi esposa ni yo somos formales”.  “Pues perfecto -le contesté-, siéntanse cómodos  y exprésense tal y como son”.

Amos Radian no presume de su buen español, al contrario reveló que muchas veces se inventa palabras y nos comentó entre risas que quienes no conocen bien el idioma admiran su destreza y facilidad para expresarse.

El diplomático, que eligió la carrera de Diplomacia por “accidente”, nació en Tel-Aviv, Israel, el 30 de junio de 1952. Para contarnos cómo llegó a la Cancillería de su país se  transportó 30 años atrás.

“Yo pensé hacer una carrera de economista, pero tenía un amigo que me contó historias de un primo suyo que fue embajador en Australia, y yo, que siempre he tenido el alma de  marinero,  tenía sueños, como los grandes exploradores del mundo. Un día vi una noticia en un periódico que pedía gente para la Cancillería de mi país, pensé que  era una cosa  que permitía estar cerca del Gobierno, tener contactos, etcétera, pero de pronto me encontré siendo parte del mundo diplomático, algo que es muy difícil porque  cada año aplican 2,500 y no entran más que 20”.   

Antes de ser diplomático, Amos Radian realizó el servicio militar, trabajando en la Torre de Control de la Fuerza Aérea  Israelí. Inició la carrera de Economía, pero tras ser aceptado en la Cancillería estudió una Licenciatura en Ciencias Políticas y Estudios Laborales en la Universidad de Tel-Aviv y más tarde realizó una maestría en Ciencias Políticas en la Universidad Hebrea de Jerusalén. Desde entonces ha servido a su país como embajador en Swaziland, África; Copenhague, Dinamarca; Mumbay, India; Tokio, Japón; Roma, Italia; y actualmente en Santo Domingo, República Dominicana.

Como buen conversador, nos confesó que el trabajo como embajador le ha resultado mucho más fácil en  República Dominicana que en otros países. “El Estado de Israel tiene una amistad enorme con este país, y es que los dominicanos tienen un cariño especial por nosotros. Antes de la creación del Estado de Israel, República Dominicana fue el único país del mundo que ofreció refugio  a los judíos, antes y durante la Segunda Guerra Mundial y  el Holocausto. Nosotros, como judíos, tenemos una memoria muy larga de quiénes nos hicieron bien y quiénes nos hicieron mal”.

Sin olvidar el bien hecho en el país, Amos Radian continuó con las confesiones y nos reveló una muy interesante: “A mí me gusta tener contacto con la gente sin la necesidad de mediador, cada fin de semana me voy a pescar con pescadores dominicanos a La Caleta, gente que no sabe que yo soy embajador. Me voy con pantalones cortos, sin mi chofer,  ni guardaespaldas  e intercambiamos ideas”.

En cuanto a sus proyectos para con el país, comentó que tiene dos metas principales: la primera, acercar la distancia geográfica que existe entre Israel y República Dominicana con la cooperación económica del sector privado, para implementar  el sistema de riego por goteo o riego localizado,  a favor de la agricultura. Este sistema lanza las gotas de agua directamente a las raíces de las plantas, permitiendo la aplicación de fertilizante a través del sistema, siendo mas eficiente. “Yo quiero traer la sabiduría y la experiencia de 60 años de Israel a este país y busco ya el socio dominicano”.

La segunda meta es la educación. Según nos comentó, en Israel han  inventado un “laboratorio en maleta” para la enseñanza experimental activa por parte del alumno, que de este modo   puede experimentar en cualquier parte sin ningún problema. “Incluso si hay una escuela debajo de un árbol”, dijo el diplomático, que ya ha trabajado con este proyecto en África.

Amos Radian, además de tener proyectos claros como embajador de Israel en este país, es un gran cocinero, según nos contó su esposa Aliza, que al igual que él, gusta de la cocina. “No tiene un plato específico que le guste preparar pues es un gran creador de platillos, él comienza a mezclar diferentes alimentos y aunque no tiene una idea clara de lo que hará, al final le sale un rico platillo que sí se puede comer” asegura su esposa. De la gastronomía dominicana le gusta mucho la yuca con cebolla y la longaniza.

En cuanto a la práctica de algún deporte, tanto Amos Radian como su esposa, son amantes del boxeo y lo practican. También les gusta esquiar, pero definitivamente aquí no se puede practicar.

Al preguntarle si durante su estadía en el país ha tenido alguna anécdota “picosa”, Amos Radian explicó entre risas: “Cuando teníamos alrededor de tres semanas en el país  mi esposa tenía la inquietud de saber quien mantenía tan hermoso el parque Mirador Sur. Un día  vimos en el parque un grupo de hombres trabajando y nos acercamos para expresarles lo bonito que estaba el entorno, pero nuestra sorpresa fue el enterarnos que entre el grupo de hombres estaba el ex vicepresidente Jaime David Fernández Mirabal”.

Las claves

1. Una música

Clásica

2. Un escritor

Haruki Murakami y Amos Oz

3. Le temes

A perder el niño que tengo en el alma

4. Mal hábito

Comer mucho  chocolate

5. Admiras, porqué 

Pintores, escritores… porque dejan en sus obras  sus memorias.

6. Un día de la semana

Jueves

7. Un olor

El de mi esposa (risas)

8. Un artista

Andrea Bocelli

9. Un libro

El último que leo

10. Un país

Israel

11. Una fruta

Chinola

12. Una hora

Todas

13. Una canción

 Belle, del musical Notre Dame 

14. Una bebida

Vino o limonada.

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