Hoy 
Este periódico recibe con alborozos y celebra que el jefe de la Policía Nacional esté empeñado en hacer que los miembros de la institución comprendan y utilicen las armas de fuego contra ciudadanos y ciudadanas sólo como una herramienta excepcional. Se trata de una actitud que debe ser estimulada por toda la sociedad.
El mayor general José Armando Polanco Gómez ha dado instrucciones para que la Dirección de Planificación Estratégica de la Policía elabore un manual instructivo que establezca las circunstancias en las que se recomienda el uso de la fuerza y, además, que establezca las proporciones de ese uso.
Si este es el pensamiento del Jefe de la Policía, toda conducta al margen del mismo será visto y considerado como inadecuado y fuera de las normas profesionales.
El predicamento de que la primera misión de la Policía es preventiva se ha convertido en una piedra angular de esta Jefatura. Y un corolario de esta es, tal y como lo ha venido manifestando el jefe policial, el uso de la persuasión verbal como herramienta básica en la relación con la sociedad.
El policía dominicano tiene que caer en la cuenta de que por su función y por su entrenamiento está llamado a adoptar una postura no violenta frente a un ciudadano o ciudadana que asuma un comportamiento violento. Tiene que imponerse el peso de su autoridad y de la ley, pero no su capacidad de violencia.
Se dirá que es una tarea difícil. Es verdad. Pero es así como tiene que comportarse en tanto que guardián del orden público y protector de vidas y bienes.
Celebramos, pues, este cambio de actitud en la Policía Nacional. Si se hace como se ha dicho, las consecuencias positivas las seguiremos viendo.
El Nacional
El periódico El Nacional fue fundado con el compromiso de ser un defensor celoso de los Derechos Humanos y un promotor militante de la democracia.
Cuarenticuatro años después, El Nacional continúa apegado de manera irrenunciable a la defensa de esos derechos y a la promoción de la vida en democracia. Y lo ha hecho con inteligencia, con tenacidad, en no pocas ocasiones a sangre y fuego, y siempre de manera profesional, como puede apreciarse cada tarde.
Nuestras felicitaciones a su propietario, don José L. Corripio, y a todo su personal, en la persona del director de directores que es Radhamés V. Gómez Pepín.
