“Hablan los comunistas” PERIODISMO DE COMBATE

“Hablan los comunistas” PERIODISMO DE COMBATE

POR ÁNGELA PEÑA
Aunque era vocero de un partido político, se convirtió en  periódico demandado por casi todas las clases sociales, porque penetraba en las entrañas de la sociedad para denunciar deshonestidades, corrupción, actos ilícitos, injusticias.

Cada semana, más de diez mil ejemplares de “Hablan los comunistas” eran buscados con voracidad  donde “Macalé”, en  la librería “La Filantrópica”, el local del PCD, que lo auspiciaba, y en cuatro concurridas esquinas de la Zona Colonial.

Nació en un momento convulso de la política dominicana, junio de 1978, cuando Joaquín Balaguer y su séquito de civiles y militares se resistían a la entrega del poder al Partido Revolucionario Dominicano, que había llevado a Antonio Guzmán como candidato a la presidencia. Lo dirigía José Israel Cuello H. y se publicaba acogiéndose a la Ley 6132 del 15 de octubre de 1962.

Pese a que se caracterizó por las escandalosas denuncias que publicaba con pruebas, el tabloide abarcaba con estilo claro, profundidad e indiscutibles conocimiento y propiedad todas las palpitaciones de la cotidianidad en sus aspectos sociales, culturales, artísticos, económicos. Quienes firmaban demostraban especial talento.

En el primer número se explicaba que surgía en condiciones políticas muy particulares: “Lograda la legalidad del partido, tras su participación electoral y en la coyuntura de un cambio dentro del tren administrativo que tiene escasa importancia en cuanto a las clases y grupos sociales que representan los nuevos”

Contaba con una sección que daba cuenta de lo ocurrido en la semana, “De jueves a jueves”, que luego pasó a ser “De miércoles a miércoles”. Un recuadro en primer plano informaba, parodiando los informes de meteorología, “El tiempo político”. El primero decía: “Las condiciones generales se mantendrán similares a las de la pasada semana con pérdidas de posiciones sucesivas del reformismo hasta llegar a reconocer que perdió, hace días, las elecciones. Algunas ráfagas aisladas de la ira peledeísta contra todo el mundo, incluido el PCD… Fuertes vientos cristalinos se acercan al PRD buscando la forma de botella en su trayectoria. El dólar seguirá subiendo en la medida siguen sacando y Jiménez Grullón habrá de escribir unas 200 páginas para la posteridad, porque en el presente ni él tiene tiempo para repasarlas”.

La noticia de primera titulaba: “Según su programa, Dispuesto el PRD a vender las empresas del Estado”. El joven de una magistral caricatura preguntaba: “¿Dónde está mi menudo en ese cambio? y en “De jueves a jueves” se comentaban “los amagos de atentados personales” que se añadían “a la preocupante denuncia de Vincho Castillo del hecho en que se perpetraría contra su vida, a la que antecedió la de Peña Gómez”

José Antonio Riva Tavárez publicó un extenso reportaje sobre las empresas del Estado afirmando que sólo quedaría la fábrica de botellas. En números siguientes se ofrecían nombres de empresarios de Santiago que instalarían una industria para competir con la fábrica de vidrios. Salieron a relucir capitales, inversiones, acuerdos. Hacían historia: “Intentos de la oligarquía dominicana para apoderarse de las empresas del Estado datan de 1961. El primero que se pronunció públicamente a favor fue Donald Reid”.

Narciso Isa Conde tenía la sección “Escribe el secre” y se pronunciaba: “Incertidumbre, Resistencia balaguerista y perspectiva del PRD” mientras Emma Tavárez Justo le acompañaba en otro análisis: “Los nuevos amigos del PRD”. Julián Peña reseñaba, en Experiencias Electorales, el caso de las “Elecciones separadas”. Carlos Segura afirmaba: “Liborio no ha muerto na” para introducir un amplio reportaje sobre “Palma Sola y El Gacetazo”. Carlos Dore Cabral y Alberto Pablo empezaron analizando las dificultades de los servicios ante una Santo Domingo en crecimiento. Eran los resultados de una investigación urbanística que ofrecieron en varias entregas, como hizo Mario Sánchez Córdova con sus “Notas para la historia del Partido Comunista Dominicano”. Posteriormente Dore se concentraría en temas económicos y agrícolas.

 “El observador” desglosaba el tema: “¿Qué defiende Vincho?”. José Israel Cuello H. se refería, por otro lado, a “El Pentagonismo” y a la “Dictadura con Apoyo Popular” en el artículo “¿De quién copiamos?” Otra columna habitual era “De buena fuente”, por «Cepacod». La situación política y social de Haití siempre fue motivo de una página.

Denuncias, variedades

La circulación de “Hablan los comunistas” era enorme. Para este trabajo se consultó una colección privada, delicadamente encuadernada  desde el 23 de junio de 1978 hasta el 1 de marzo de 1985, que quizá sea la única. Su dueño informó que falta un tomo. Por ellas se puede conocer el acontecer político, la historia y el desarrollo de barrios y provincias que con dedicación investigó Alberto Pablo, así como el comportamiento de la economía dominicana, estudiado por  el equipo, pero principalmente por Carlos Ascuasiati.

Chello Despradel y Lourdes Contreras escribían de la problemática femenina y Minou Tavárez Mirabal en “De aquí y de allᔠinformaba la salida de elepés como el de Soledad Bravo con canciones de La Nueva Trova Cubana, o “Ariola” de Joan Manuel Serrat. También de recitales de Convite, Luis Díaz, Sonia Silvestre, Madora, Claudio Cohén, Víctor Víctor, el Grupo Sendas. Escribió sobre Amancio Pérez y el culto a la Sarandunga en Baní. Chello Despradel calificaba a “Miss Universo” como “otra variante de hacer política reaccionaria”; enviaba “una cortada de ojo para la Thatcher”, se conmovía con “El drama de una mujer que mató a su hija porque le impedía trabajar”.

 Otros reporteros y analistas eran Andrea Núñez, Guillermo Pérez, Agenor Martí, Víctor Hugo Deláncer, Julio José Pereyra, Pericles Franco Ornes, Noris Eusebio Pol, Daniel Santana, Rubén Silié, José Pérez del Pinto, Silvano Lora, César Pérez, Luis E. Guerrero, Juan Oviedo N., Sandino Báez B., “Eloy” que analizaba en décimas, Hipólito Santos, Faustino Collado, Aquiles Valdez, Damián Jiménez, P. A. Ricardo Alegría, Dominicana, Arsenio Hernández Fortuna, César Cuello, Juan Montalvo, Roberto Cuna, León Preco, Omar Gil, Félix Calvo, Sully Saneaux, Emilio Ortiz, Pedro Hernández, Albérico Rodríguez, Julián Peña, Diómedes Jiménez, Ramón Vargas, Lilian Jiménez, Francisco Rodríguez, entre otros. Es posible que algunos sean seudónimos.

Entre las denuncias más contundentes se publicaron: “El polibiazo y la representativa criolla”; procedencia del capital de casi todas las empresas nacionales; “El sepulturero de Pidoca”; reveladores datos de miembros del gabinete de Guzmán, entre los que estaban Gaetán Bucher, Eduardo Fernández Pichardo, Manuel José Cabral, Ramón Báez Romano, Luis Álvarez Renta, Bolívar Báez Ortiz, Manuel Gómez Pieterz, “Sánchez Baret”. Igual hicieron en 1984 cuando gobernó Salvador Jorge Blanco. Los nombres de Bernardo Vega, Santos Taveras y Hugo Guilliani se citaban con frecuencia.

En 1978 se publicó un escándalo en el Instituto Agrario Dominicano por entrega irregular de tierras; una crisis que estalló en el PLD, calificado de “berenjena”, y esta noticia que más tarde salió con pruebas: “Un alto funcionario de un instituto autónomo del Estado que participa en el negocio de viviendas, ha sido el primer caso de corrupción descubierto justo a los dos meses de gestión perredeísta. Trasladó 700 mil pesos de los fondos de la institución que dirigía, depositados en el Banco de Reservas, a su cuenta personal en el Banco de Santo Domingo. Una operación igual hizo con 300 mil pesos que se encontraban en el Banco Metropolitano. Juntó ese millón de pesos como “garantía”, obtuvo un préstamo personal de un millón de pesos en el Banco de Santo Domingo…”. Es de la semana del 20 al 27 de octubre de 1978. Un ingeniero y un reconocido economista que es también analista y crítico político figurarían luego en otras dos páginas con este encabezado: “La corrupción supura por muchos poros”. Otra denuncia,  “La Caraquita”, decía: “El hijo de uno de los jefes del cambio se sacó en La caraquita lo suficiente para comprar un restaurant”.

Abril de 1984 fue  otra fecha de graves críticas y alarmantes denuncias de parte de “Hablan los Comunistas”, que profundizó en el dramático estallido social de ese Jueves Santo “cuando el Gobierno pretendió colar de contrabando una lista de aumentos de precios, pensando que todo el mundo estaría en las playas”. Dirigentes del PCD fueron entonces allanados y apresados. “La maffia del libro de texto escolar” y “Un libelo oficial” no tienen desperdicios, como tampoco “Una herejía ante el confesionario del Padre Alemán”,  pero ésta fue una de las denuncias más candentes:

“Esas fortunas que salen de la nada, esos millones que se reproducen como hongos, ese genio empresarial que acumula empresas e iniciativas que se convierten en factor de compra para todo el que se tambalea, esa manera mítica de convertir en oro todo lo que se toca tiene algo más que el ingrediente marxista de que “detrás de cada fortuna hay un crimen… El FBI norteamericano consideró hacer una incursión en los grandes de la droga de Santo Domingo”, decía, y agregaba:

 “Y ha salido a colación una de esas fortunas sorprendentes, uno de esos éxitos empresariales, una de esas genialidades financieras. Favorito del régimen, no es secretario sin cartera ni ayudante civil porque la nomenclatura ha cambiado. Pero es algo como esos, y empresario de éxito”. La noticia, del 31 de mayo al 7 de junio, titulaba: “Norteamericanos Investigan a un alto funcionario palaciego por tráfico de drogas”.

 Las caricaturas de “Hablan los comunistas” eran tan geniales como las tiras cómicas llamadas “Cacareco”.

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