POR DIONISIO SOLDEVILA
Con una mezcla de sentimientos, pero con la esperanza de finalmente recibir la oportunidad de jugar en las Grandes Ligas, el joven talento Hanley Ramírez aceptó la información de su paso a los Marlins de La Florida desde los Medias Rojas de Boston en un cambio en el que estos últimos consiguieron los servicios de Josh Beckett y Mike Lowell.

“Estoy contento por pasar a los Marlins, pero al mismo tiempo me siento un poco triste porque duré cinco años en Boston”, dijo Ramírez en el estadio Tetelo Vargas.

La información fue suministrada a HOY por el camarógrafo Ramón Carmona, quien se trasladó a la Sultana del Este para entrevistar al torpedero.

Ramírez está supuesto a viajar a la ciudad de Miami para someterse a exámenes médicos con su nuevo equipo en los próximos días y ayer estuvo junto a los Tigres del Licey, que jugaban en San Pedro contra las Estrellas Orientales.

“Voy a hacer mi trabajo”, manifestó el espigado infielder. “Esta es la oportunidad que estaba esperando para jugar en las Grandes Ligas”, añadió.

Ramírez llega a unos Marlins de la Florida en un momento en el que la organización parece encaminarse a un desmantelamiento del conjunto, que ya vio partir a uno de sus mejores abridores en la persona de Beckett y unirse a esa lista Carlos Delgado y el intermedista Luis Castillo, de acuerdo a rumores que circulan.

“Los Marlins están trabajando en estructurar un equipo joven y yo voy a formar parte de esa organización para ayudarlos a hacer lo necesario y conseguir victorias”, manifestó.

Ramírez ha tenido altas y bajas esta temporada con los Tigres del Licey y tiene promedio de .258 sin jonrones y en una campaña en la que estuvo jugando en el campo corto pero fue movido a la tercera base a sugerencia de los Medias Rojas.

Se estima que a su paso a los Marlins regrese a su posición natural de torpedero donde estuvo militando la pasada campaña Alex González.