“La gente que vive en  oscuridad” es vital para   el Gobierno

“La gente que vive en  oscuridad” es vital para   el Gobierno

Nicholas Timmins
Los asesores especiales han existido por mucho más tiempo de lo que la gente piensa. Clare Short, ex ministro del gabinete de trabajo, famosamente designa a los asesores especiales como “la gente que vive en la oscuridad”, pero, en la práctica, los “spads” se han vuelto una parte esencial de la operación del gobierno, y no hay un secretario de gabinete que esté vivo que los pueda prohibir.

Operando informaciones, a veces tergiversadas, “para proveer asistencia a los ministros”, ellos también actúan como los ojos y oídos de sus jefes, combinando la gestión de medios de comunicación, asesoría policial y estrategia política.

Sin duda, ellos ayudan a proteger la  administración pública de la politización, haciendo cosas de partidos políticos que los servidores públicos no pueden hacer. Tanto los servidores públicos como los periódicos le dirán que un “spad”, que genuinamente conoce la mente del ministro, puede inmensurablemente facilitar las gestiones departamentales y mejorar inmensamente la calidad de la cobertura de los medios de comunicación.

No obstante, hay un lugar en el que los asesores especiales nunca quieren estar: en el centro de atención. Allí es justamente donde Dominic Cummings, asesor especial del secretario de educación, Michael Gove, se ha encontrado esta semana después de la propaganda de Financial Times del uso de cuentas electrónicas privadas para discutir las gestiones gubernamentales. 

Un rápido vistazo de otras ocasiones en que los asesores han atraído el tipo de publicidad equivocada puede indicar que nada más son una responsabilidad. Este año Sir Gus O’Donnell, secretario del gabinete, condenó el “inaceptable” destripamiento anónimo de Jenny Watson, miembro de la Comisión de Auditoría, por parte de asesores especiales.

En una época, no hace mucho tiempo, el asistente de Gordon Brown, Damien McBride, tuvo que irse después de enviar e-mails que indicaban la difusión de campañas sexuales de altos funcionarios del partido conservador.

Jo Moore, asesor especial para el entonces secretario de transporte, Stephen Byers, eventualmente renunció después de declarar que el 9/11 “era un buen día para enterrar las malas noticias”, aunque en verdad más de un ex jefe de la administración pública del sector de comunicaciones han reconocido que tuvieron actuaciones en esto, sin ser tan tontos como para ponerlo en un e-mail.

Aunque para la percepción popular los asesores especiales llegaron con el nuevo laborismo, realmente han existido por mucho más tiempo. De hecho, de vuelta a 1964, fue Harold Wilson quien primero los introdujo sistemáticamente para ser “la guardia del manifiesto” contra una administración pública que, al menos los laboristas vieron como conservadora con “c” minúscula y con su propia agenda distinta.

En los años 70, Barbara Castle por un tiempo tuvo al menos cuatro “spads”, que iban desde políticos (como Jack Straw, futuro secretario de exterior e interior) hasta el más alto especialista (como el caso de Brian Abel-Smith, un especialista estatal de bienestar social de la Escuela de Economistas de Londres).

Si Wilson en los años 60 dijo que una semana era mucho tiempo en la política, el auge de los medios de comunicación de 24 horas ha hecho aún más esencial su rol como controladores de los medios de comunicación. Y mientras los sabios ministros, que en estos días se les permiten dos con fondos públicos, a menudo tiene un estudioso de la política y un profesional táctico o experto en curvar la realidad, en la práctica ellos vienen en casi tantas variedades como hay “spads”. En estos días ellos están sujetos a un código de conducta en que se pone en claro, entre otras cosas, que ellos no pueden dar órdenes a los servidores públicos en ese sentido.  Algunos combinan todos los roles. El más débil puede ser la peor combinación de estudiantes de política y de adolescentes ensayistas, la descripción de Nigel Lawson de los analistas de City.

Pero, el más brillante y más efectivo, Simon Stephens, quien fue asesor de salud de Alan Milburn y luego de Tony Blair, por ejemplo, o John McTernan, quien terminó como secretario político de Blair, ha tenido un profundo impacto en la política. Ellos han traído desafíos intelectuales, así como políticos, además de su propia visión en la creación de la legislación del gobierno.  Sir Gus repetidamente ha afirmado que “los buenos asesores especiales son esenciales para la administración pública”. Los malos pueden envenenar tales relaciones, antagonizar los medios de comunicación, crear caos en el gobierno y llevar a sus ministros a profundos, profundos, problemas. 

La clave

Complicidades

Hay un lugar en el que los asesores especiales nunca quieren estar en el centro de atención. Allí es donde Dominic Cummings, asesor especial del secretario de educación, Michael Gove, se  encuentra  después de la propaganda de Financial Times del uso de cuentas electrónicas privadas para discutir las gestiones gubernamentales.

Fondo Monetario  baja perspectiva para materiales crudos

Javier Blas

 Londres

 El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha bajado su perspectiva para los precios de las materias primas, diciendo que un crecimiento económico global más bajo implicaba que los riesgos fueran “más balanceados” que a principios de este año, cuando este advirtió sobre potenciales aumentos de precios. 

En su reporte bianual Perspectiva Económica Mundial, el FMI dijo el martes que “los riesgos para el crecimiento global han aumentado” pesando sobre las materias primas. Este reduce sus pronósticos para el crecimiento económico global para el 2011 y el 2012 hasta 4.0%, bajando por un 0.3 y 0.5 puntos porcentuales, respectivamente, desde su proyección de junio.

Pero la institución alertó sobre los potenciales aumentos para el precio del petróleo y de los alimentos debido a factores geopolíticos y al clima adverso.

“Los riesgos de precios más altos siguen siendo más pertinentes y más prominentes para la energía y los alimentos, los dos grupos de materia prima que importan más para el crecimiento global y las perspectivas de inflación”.

El índice Reuters-Jefferies CRB, que sirve de “benchmark” sobre un conjunto de materiales crudos que incluye cobre, petróleo y trigo, llegó a un alza de 1½ anual en mayo a consecuencia de los crecientes precios energéticos, pero desde entonces ha bajado aproximadamente un 13% a medida que la economía global se enfría. Los inversionistas están apostando a bajas adicionales.

En los últimos cinco años el FMI ha reforzado sus análisis de mercados de materia prima. La institución dijo que este año los precios petroleros serían guiados por un más lento crecimiento de la demanda antes de un rebote para mediados del 2012, y la necesidad de suministros más altos del cartel de petróleo Opec hasta finales del próximo año.

“Hay riesgos en ambos lados”, dijo el FMI, agregando: “La extensión de la moderación en el crecimiento de la demanda petrolera dependerá sobre si la actividad global rebota como se espera. La capacidad adicional de Opec ha disminuido desde la interrupción a la producción de Libia, resaltando los riesgos al suministro, incluyendo razones geopolíticas”.  Para las materias primas agrícolas, este alertó sobre los potenciales aumentos de precios mientras el suministro y la demanda sigan siendo “precariamente balanceados” debido a los bajos amortiguadores de inventario.

Zoom

   Los metales

La perspectiva para los metales era más sanguínea. El FMI dijo que esperaba que los precios “siguieran bastante estables”, respaldados por el consumo de China. “Los riesgos para metales base parece más balanceado que para el petróleo o los alimentos, principalmente debido a que el suministro en general no parece tan estrechamente constreñido como para el petróleo”.

VERSIÓN AL ESPAÑOL DE ROSANNA CAPELLA

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