“La regla de Kiko” clave para prevenir abuso sexual a menores

“La regla de Kiko” clave para prevenir abuso sexual a menores<BR>

Los niños son dueños de su propio cuerpo. Les pertenece. Tienen derecho a decir “no” si no quieren ser tocados o acariciados. Y los adultos deben respetarlo. Estas son algunas de las enseñanzas que ofrece el cuento “La regla de Kiko”.

Esta sencilla guía  ayuda a padres y educadores a explicar a los niños y niñas dónde otras personas no pueden tocarles, cómo reaccionar y a quién dirigirse si alguien lo hace.

El cuento, dirigido a niños de 3 a 7 años,  expone un principio fundamental: los niños no deberían permitir que otros niños o adultos toquen partes de su cuerpo que suelen ir cubiertas por su ropa interior.

Estos son algunas de los principios de “La regla de Kiko”:

1.  Tu cuerpo es tuyo. Los niños tienen que aprender que su cuerpo es suyo. Por tanto nadie puede tocarlos sin su permiso. Desde temprana edad pueden aprender que existen partes privadas del cuerpo. Utilizando los nombres correctos para los genitales y otras partes les ayudará a saber lo que no está permitido.

Los menores pueden decir “no” a un beso o una caricia incluso de un ser querido, y este debe respetarlo.

2.  Existen buenas formas de tocar y otras malas. Los niños no siempre reconocen cuando se les toca de forma apropiada o inapropiada. Se les debe enseñar a identificar cuando no está bien que alguien mire o toque sus partes privadas o que les pidan que miren o toquen las partes privadas de otra persona. “La regla de Kiko” les muestra un límite fácil de recordar: la ropa interior.

3.  Hay secretos buenos y malos. Las personas que cometen abusos sexuales utilizan como táctica los secretos. Es primordial mostrar a los niños que hay secretos buenos y malos. Si hay un secreto que les preocupa, les hace sentir incómodos, les asusta o les pone tristes, ese secreto no es bueno y deberían contarlo a un adulto de confianza.

4.  La prevención y protección son responsabilidades del adulto. Cuando un niño ha sufrido abuso siente vergüenza, se siente culpable y tiene miedo. No hay que crear tabúes respecto a la sexualidad, pues les hará sentirse más confiados a la hora de dirigirse a un adulto y explicarles si están tristes, preocupados o nerviosos.

5.  Los niños deben conocer su red de seguridad, los adultos a los que se pueden dirigir y en los que confiar. Muchas veces los depredadores sexuales son personas conocidas y al pequeño se le hace muy difícil comprender que esa persona puede abusar de él.

Debemos acostumbrar a los niños a que informen con frecuencia a sus padres cuando alguien les hace regalos, les pide que mantengan un secreto, o trata de pasar tiempo a solas con el niño…

Otras veces el depredador es un desconocido.  Por eso, se debe comenzar enseñándole a su hijo normas simples, como: no subas al carro de un extraño, no aceptes regalos de un desconocido…

Es importante que cada padre conozca en qué consiste esta regla. Puedes acceder a http://www.laregladekiko.org, y descargarlo de manera gratuita.

Estadísticas

Alarmantes
Se estima que uno de cada cinco niños es víctima de violencia sexual, incluido el abuso sexual. Debido a estas alarmantes cifras, el Consejo de Europa elaboró una guía para prevenir la violencia sexual a niños. “La regla de Kiko”, es un cuento que ofrece herramientas  para enseñar a su hijo que no pueden dejarse tocar.

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