“Limber puertorriqueño”

“Limber puertorriqueño”

SAN JUAN, EFE.- Hay caprichos gastronómicos que cuestan tanto como quiera la imaginación de un cocinero de moda mientras que otros están al alcance de todos los bolsillos, como el «limber» puertorriqueño, un refresco congelado en un vaso de plástico o una cubitera. La sencillez del «limber», perfecto para engañar el calor en el trópico y suave alternativa a la piña colada, se sublima en Puerto Rico, donde los márgenes de todas las carreteras están salpicados de letreros en los que los ofrecen por menos de un dólar en comercios familiares improvisados o en «ventanitas» frente a las escuelas.

   Uno de los tres tesoros lexicográficos aceptados por la Real Academia de la Lengua Española, el puertorriqueño (los otros dos recogen las particularidades del español que se habla en Andalucía y las Islas Canarias), indica que el «limber» es «el refresco congelado en cubitos».

   En una segunda acepción lo define como «cierto helado hecho con agua azucarada y el zumo de alguna fruta y luego congelado en el refrigerador», y en una tercera, como el «polo congelado, de varios sabores».

   Según el tesoro puertorriqueño, cuando en Puerto Rico se quiere decir que alguien es «muy malo, perverso», se dice que es «más malo que un ‘limber’ de gas».

   El tesoro lexicográfico boricua indica que el origen de la palabra es inglés, pero incierto, aunque algunas crónicas recogen una anécdota que podría ser la causa de que en Puerto Rico se llamen «limbers» a los «polos» o paletas heladas.

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