“LLoro cuando me recuerdo del accidente”

“LLoro cuando me recuerdo del accidente”

Los ojos del niño  Prebish Medrano Calderón se aguan al momento de  recordar  la tragedia que sufrió  27 de febrero del año  pasado, cuando una mujer lo atropelló junto a otros menores y adultos,  dejándole como consecuencia la amputación de su pierna izquierda y trece intervenciones quirúrgicas.

Junto al padecimiento físico y mental de Prebish,  está el de  su padre, Ramón Ernesto Medrano, quien  se expresa dolido y frustrado con la justicia dominicana porque a casi un año del accidente la responsable de la desgracia de su hijo ni siquiera ha pagado los daños  a su vástago y porque una fiscal del Tribunal de Tránsito que funciona en la sedel de la Autoridad Metropolitana del Transporte (AMET), a quien identifica como Katiuska Viviano, nunca le ha prestado atención a su caso.  Acusa   Ivón Ernestina Soto Vallejo de haber  atropellado a su hijo.

 Prebish, quien tiene 10 años y cursa el cuarto grado de la primaria, dice que no duerme bien. “La pierna me molesta y  la columna a veces. Desde que como algo tengo que ir al baño porque me duele la barriga. Yo  quiero ser como antes pero no se puede ya, lo único que quiero es que me pongan mi pierna y que además  ayuden a los niños huérfanos y a los que están como yo”.

En ese momento salieron   lágrimas de los ojos de Prebish  y cuando se le pregunta  por  qué llora dice: “No me gusta hablar del accidente porque cuando hablo de eso, yo lloro”. El accidente ocurrió a eso de las 9:00 de la noche  en la calle 14 esquina 25, en el sector Las Cañitas, próximo a su residencia.

No pide, quiere aportar. Aunque debe cerca de dos millones de pesos en el hospital Plaza de la Salud y tiene que mantener a su hijo especial, así como a otros dos  menores, Medrano dice que no quiere pedir sino contribuir a que en la República Dominicana se establezca una escuela para la confección de prótesis.

Dice tener conocimientos de  diseño, escultura y soldadura.   De formarse esa escuela,  sería el primer alumno. Sostiene  que entre las lecciones que ha aprendido con la tragedia de su hijo es conocer y ver a Dios en las personas que de manera anónima lo han ayudado para que su hijo  viva.

 Dice que se siente muy molesto y frustrado con  la justicia porque a su entender no funciona a favor de  miles de ciudadanos pobres.  Reclama a las autoridades poner atención a su caso para que se haga justicia. Tiene varios trabajos para mantener a su familia.

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