“Marineros somos, y en el mar andamos”

“Marineros somos, y en el mar andamos”

Un barco, en una dársena, rodeado de muelles y de los muros de los almacenes, tiene el aspecto de un preso meditando sobre la libertad con la tristeza propia de un espíritu libre en reclusión…”, El Espejo del Mar, de Joseph Conrad.

“Tres Hombres” es el nombre del bergantín de 32 metros de eslora destinado al transporte de carga, ecológico, justo y sostenible. Igualmente al aprendizaje de las antiguas técnicas de navegación a vela. Actualmente  hace su segunda visita a  República Dominicana.

Zarparon desde Holanda el pasado mes de octubre. Han recorrido La Coruña, Islas Canarias y todo el  Caribe Oriental hasta llegar el pasado día 15  al puerto de Sans Soucí.

Ahora están anclado en Boca Chica.

Su tripulación que ahora surca los mares del mundo consta de  12 aprendices a marineros de Canadá, Suecia, Holanda y Alemania

Gente que no se  acomoda a vivir entre el Facebook y el Twitter y a vivir siempre –entre el espanto y la rutina- en Tierra Firme.

Prefieren desafiar las adversidades que a diario enfrentan en alta mar  que aplicar a un aburrido y gris trabajo de oficina de 8 a 5 que al final  solo sirve para pagar facturas.

Katarina Lind,  22 años, de Suecia, estudia carpintería y un día decidió hacer realidad su sueño: trabajar  su oficio en un barco de  velas. Aplicó a la pasantía de seis meses sobre cursos de navegación que ofrece la empresa  Atlantis de Holanda, especializada en transporte, educación y construcción marítima que regentea el “Tres Hombres”.

“La vida en el mar es libre y divertida.  Es duro vivir en un barco de velas, sin comodidades ni lujos pero la aventura vale la pena. Siempre pienso en la canción de Bob Dylan  “Blowing In The Wind” cuando estamos navegando”. Esto último lo dijo con una gran sonrisa de satisfacción.

Katarina navega hace  tres meses y, claro, añora su familia y amigos pero el trabajo de reparar puertas y ventanas del barco y construir “security table” o pasamanos de seguridad, la entretiene en los días de melancolía.

Los cursos que se ofrecen son: navegación marítima, meteorología, mantenimiento de barcos, cocina, almacenaje y cursos básicos de marinería mercante.

Cómo nace “Tres Hombres”.  Andreas Lackner, holandés, capitán, cuenta la historia de “Tres Hombres”, cuyo nombre es un homenaje a la amistad que lo une con Arjen Veen y Jorne Langelaan

Relato.  “En el año 2000, abordamos como voluntarios en  el Barco Europa  a fin de viajar de Holanda a Sudámerica. En este barco hablamos de la idea de adquirir un barco de velas para realizar viajes con las antiguas técnicas de navegación marítima, sin motor”.

Sigue contando Andreas que sus amigos se quedaron en Norteamérica pero él decidió coger una “bola” en barco desde Filadelfia hasta Perú. Instaló un pequeño hotel y bar en la Playa de Zorritos de ese país sudamericano.

“Luego nos volvimos a encontrar en el 2006 y entre los tres adquirimos un barco sin reparar de 1943. Realizamos un diseño e iniciamos la venta de acciones –certificados- a personas interesadas en la navegación marítima”.

“Alquilamos un piso en Holanda y convocamos a las personas interesadas a construir nuestro barco a cambio de comida y alojamiento. Muchas personas se interesaron y empezamos a hacer realidad a “Tres Hombres”.

Andreas dijo que la nave se construyó similar a un bergantín de 32 metros de eslora del siglo XIX. Es el pionero del “nuevo” transporte de carga de vela. El primero de una flota de líneas ecológicas innovadoras. Actualmente “Tres Hombres”  se dedica al Transporte Justo. En el país, transporta hacia Europa  botellas de ron elaborado por productores pequeños, tabaco y artesanías.

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