“Mi literatura no busca la corrección ideológica”

“Mi literatura no busca la corrección ideológica”

Ha publicado el poemario “Palabras de otro tiempo y de siempre”, el libro de relatos “Infidencias”, y las novelas “Distinguida señora”, “Volver al frío” y “Sueños de salitre”.

Su matutino radial tiene toda la dignidad que le falta a otro vecino. El suyo es un ejemplo de buena comunicación: sobrio, sin ser ceremonioso; entretenido, sin llegar a lo chabacano; crítico, pero no injusto. Quizás no tenga el rating que reporta el chantaje, pero la calidad de su audiencia tiene fuerza de multitud.

Recuerdo que me atrapó una mañana, cuando aun no construían los elevados y el trayecto al trabajo era tortuoso, con su voz cuatro-cuarenta y un comentario manejado con la ironía que solo permite una aguda inteligencia como la suya. Desde entonces, me despierto con ella, radiofónicamente hablando, por supuesto. Y a veces duermo con ella, en sentido literario, leyendo alguna de sus obras. “Volver al frío”, por ejemplo.

LMG ¿Es una novela psicológica o una sobre la migración?

CIB. “Volver al frío” ha tenido múltiples interpretaciones, lo que ratifica que la literatura siempre va más allá de lo que se propone el autor.

Supe que el escritor y crítico Diógenes Céspedes la calificó de novela sobre la migración, y hasta que él lo dijo, no tuve conciencia de qué tanto mi obra aborda la vida del dominicano en el exterior, específicamente durante la década del 60; pero también es una novela sobre el maltrato infantil, sobre la soledad, y la complejidad de las relaciones humanas.

Confieso que leer “Volver al frío” me dolió, me dejó preocupado por la suerte del personaje David Winter, un niño no deseado, fruto de un matrimonio disuelto, rechazado por la madre, abusado por sus familiares cercanos, que debe sobrevivir en un ambiente de promiscuidad sexual y de discriminación racial.

La gradualidad con que Carmen va adentrándose en la mente atormentada del protagonista, la forma velada en que nos va mostrando las miserias humanas de su entorno, la resignación con la que él asume su desgarrador destino, me dejaron sin aliento y me marcaron profundamente.

LMG Llama la atención la pasividad del protagonista, pues ante los maltratos, él responde con el “silencio o la fuga”. Coméntanos esa particular estrategia de supervivencia.

CIB    En efecto, David Winter es manso. De niño, respondió al abandono o a la agresión metiéndose en la tina del baño para jugar con sus barquitos. Y ya más grande, recorrió los callejones del vicio, prostituyéndose incluso, como si eso estuviera previsto para él, como si fuera un castigo que merecía.

Dalida y René. En “Volver al frío” se produce una relación confusa entre Dalida, la madre de David Winter, y René, un personaje de sexo indefinido que en cierta forma representa la libertad para David, la compañía, ternura, alegría, que el protagonista no puede encontrar en su mamá.

CIB  Esa fue la parte más delicada de la obra, porque la relación no tradicional de estas dos personas pudo caer en el panfleto, de lo que ya sufrí con la poesía de los 60, y de ninguna manera quiero que mi literatura sea un instrumento de corrección ideológica al estilo de “ama al negro, ama al blanco, ama al gay…”.  Con la relación de esas personas quise más bien subrayar la soledad de Dalida, el rechazo de su marido y su familia, su fracaso como madre.

Por otro lado, para ella, en sus circunstancias, la única forma de afecto posible era la no permitida.

Mala poeta. Le recuerdo a Carmen Imbert sus años de poeta, cuando compuso “Palabras de otro tiempo y de siempre”, y le pregunto si entre los programas de radio y televisión, los artículos y las novelas, todavía queda un pequeño espacio para los versos, pero ella admite que no es buena poeta, aunque reivindica la prosa poética, “que se me da bien”.

Carmen Imbert Brugal también ha escrito una colección de cuentos: “Infidencias”, que “tiene cuentos buenos y cuentos fallidos”; y otras dos novelas, además de “Volver al frío”: “Distinguida señora” y “Sueños de salitre”.

“Volver al frío” es, estilísticamente, un intermedio entre “Distinguida señora” y “Sueños de salitre”. “Distinguida señora” tiene de todo; es –si se quiere–, un desorden escritural. Con “Volver al frío” me dije: voy a hacer algo al estilo de Marguerite Duras, con frases cortas, avance lento, algo que puedas leer en un vuelo de Santo Domingo a Madrid y te deje mal, pensando… Creo que lo logré”.

Carmen mencionó “Distinguida señora” y me atreví a repasar una crítica a esta obra con la seguridad de que ella, valiente como pocas, no iba a esquivar.

LMG El escritor y crítico italiano Giovanni di Pietro dijo una vez que “Distinguida señora” no era una novela; si no lo es, ¿qué es entonces?

CIB  Aunque estoy segura de que Giovanni lee, estudia y analiza las obras que comenta, me sorprendió que hiciera a “Distinguida señora” una crítica tan de tertulia dominicana. Creo que él me vio retratada en la novela, y como no le gustó el personaje, pues tampoco le gustó la obra. Es posible que la inmortalidad no encuentre a “Distinguida señora”, pero ya está escrita, a mí me gusta y es parte de la literatura dominicana.

*El autor es periodista y escritor

**Entrevista completa disponible en www.youtube.com/yolayelou

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