“Moneyball” es una producción cinematográfica nominada al Oscar que relata la hazaña de los Atléticos de Oakland en el año 2002, cuando ganaron 20 juegos consecutivos estableciendo un récord en la Liga Americana. Brad Pitt, como actor, realiza una labor magistral que le ha valido la nominación. La trama es excelentemente llevada y atrapa al espectador aunque sus conocimientos de béisbol sean rudimentarios.

La producción retoma con elegancia el tema que conocen “hasta los chinos de Bonao” en el sentido de que, a mayor gasto en la nómina de un equipo, mejores jugadores contratados y más posibilidades matemáticas de ganar campeonatos, pero, sobre todo, plantea que otros “valores” no dependientes del dinero pueden alterar los resultados combinando el concepto de equipo, capacidad gerencial para motivarlo y el empleo del dinero para pagar lo que realmente “vale” de un pelotero y que resulte prioritario para quien lo contrata.

Bennett Miller, Brad Pitt y su equipo cinematográfico me cautivaron con su producción; para los que disfrutamos de un buen cine, la película es un manjar y para los que saben de béisbol debe ser almuerzo de dioses.

Sin embargo, al margen del respeto que merecen los artífices de la misma¸ debo proclamar, como dominicano, que se cometió una tremenda injusticia al no destacar la labor titánica de nuestro “pelotero de la patria”, don Miguel Tejada, el MVP (jugador más valioso) de ese año con los Atléticos de Oakland y quien puede ser llamado con absoluta propiedad un verdadero “Money-man”,  no por el valor incalculable que ha tenido como jugador allá y aquí, sino por todo lo aportado al béisbol con la extraordinaria riqueza espiritual de su ejemplar comportamiento.