“Monstruosa incertidumbre” rodea los bancos suizos

“Monstruosa incertidumbre” rodea los bancos suizos

Desde que EEUU extrajo una multa de $780 millones de dólares y miles de nombres de clientes de UBS por su rol en ayudar a los estadounidenses a evadir impuestos, los bancos de Suiza han estado bajo una nube de la cual han estado desesperados por escapar.

Por tres semanas, parecía como si ellos pudieran finalmente tener una oportunidad. Una ley presentada por el gobierno suizo a finales de mayo habría permitido que los bancos eludieran las normas de secreto del país y proporcionaría a las autoridades estadounidenses las informaciones sobre sus actividades en EEUU, allanando el camino para ellos alcanzar acuerdos por los pecados anteriores.

No obstante, después que el proyecto fue rechazado el miércoles pasado por el parlamento suizo, los bancos del país que forman una parte vital de la economía nacional, están de vuelta en el limbo.

“La decisión deja una monstruosa incertidumbre rodeando el sector en general”, dice Christopher Wheeler, analista de Mediobanca.

La mayor incertidumbre es sobre cómo responderán las autoridades de EEUU.

Eveline Widmer-Schlumpf, la ministra financiera suiza, ha advertido varias veces en las últimas semanas que el rechazo del proyecto podría conducir a acusaciones de los bancos suizos.

Tales movimientos a menudo son un golpe mortal. El banco privado más antiguo de Suiza, Wegelin, dijo que cerraría este año después de admitir colaborar con clientes de EEUU para esquivar los impuestos.

Los mercados reflejan tales preocupaciones, con las acciones de varios bancos de los cantones suizos en descenso. Las acciones del Basler Kantonalbank llegaron hasta su nivel más bajo en diez años.

Sin embargo, no todos los observadores piensan que los cargos contra los bancos son inevitables.

“Yo estoy más optimista que el gobierno”, dice Peter V Kinz, profesor de derecho comercial en la Universidad de Bern. “Los banqueros pueden bien ser acusados por EEUU, pero no estoy seguro que los bancos puedan serlo”.

No obstante, aunque los bancos suizos eviten las acusaciones, la mala publicidad causada por la investigación de EEUU, que involucra a 13 bancos suizos, incluyendo a Credit Suisse, Julius Baer y Pictet, es tóxica para sus negocios diarios, como también la reputación del centro financiero, que está siendo acusado por rivales como Singapur.

“Si usted está siendo investigado por el Departamento de Justicia de EEUU, es difícilmente una cruz en la casilla en lo que respecta a atraer nuevo dinero ”, dice Wheeler. “Esto es particularmente cierto para los bancos suizos que siempre han basado su atractivo en volar debajo del radar”.

En una apuesta para suavizar los nervios de punta, el gobierno suizo prometió que haría lo que pudiera “dentro de los términos de sus competencias legales” para ayudar a los bancos suizos a salir de su situación.

El problema es que esas competencias son limitadas. Aunque el gobierno podría individualmente autorizar a los bancos a proporcionar la data sobre el personal del banco y terceras partes que EEUU esté demandando, esta autorización estaría sujeta a acciones legales.

Aunque tales retos fallen a última instancia, al menos demorarían la entrega de la data, que puede probar la paciencia de EEUU al punto de inflexión.

Un problema adicional, dice Patrick Emmenegger, profesor de política pública y economía política comparativa en la Universidad de St Gallen, es que no está claro que el gobierno podría permitir que los bancos provean las llamadas “Listas de los que abandonan”, detalles de las personas que dejan los bancos cuando entran bajo escrutinio, sobre lo cual EEUU está particularmente interesado.

Otra posibilidad, dice Emmenegger, es que los bancos suizos podrían simplemente proporcionar la data que EEUU esté exigiendo, aunque al hacerlo rompa las leyes suizas.  “En efecto, los bancos estarían resistiendo un golpe en Suiza con el fin de estar seguros en EEUU”, dice.

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