“No es necio quien hace la necedad…”

“No es necio quien hace la necedad…”

 Visitaba  un viejo amigo, abogado, a quien sorprendí leyendo, bolígrafo en mano, la pequeña gran obra del padre jesuita Baltasar Gracián, (1601-1658): “El Arte de la Prudencia”.  300 aforismos comentados sabiamente con sentido de universalidad, adaptados a situaciones concretas, diferentes y cambiantes, que no escapan al sentido práctico ni moralista  del autor, donde el hombre virtuoso lo resume todo.  Tomado de sorpresa, escoge una lectura  al azar: “No es necio quien hace la necedad, sino el que una vez hecha, no la sabe encubrir.” “Si se deben encubrir los afectos, mucho más los defectos…“ Pasa el angel del silencio luego del comentario  que es quebrado  con una  pregunta ingenua ¿En quién piensas,  alguien en particular? -Sí, en Leonel Fernández,  dice,  adivinando mi pensar.

Leonel Fernández Reyna, 59 años, nacido en Villa Juana,  populoso barrio  capitalino,  de clase media baja. A temprana edad emigra a los Estados Unidos y reside en New York, que le deslumbra. Estudioso, de inteligencia por encima del promedio, cibernético, lector de libros,  seductor,  incursiona en la política. Se inscribe en el  PLD de Juan Bosch, que funda su partido de Liberación Nacional (“Servir al partido para servir al Pueblo”) con dirigentes  honestos, incorruptibles, desengañado de la clase trepadora del PRD. Se destaca del conjunto por sus artículos en la revista “Vanguardia Revolucionaria”. Bosch, hechizado, le designa  Vice presidente en su segundo intento,   y logra ser postulado a la Presidencia  alcanzando el solio presidencial tras una alianza estratégica malévola  entre  un  Bosch disminuido y un Joaquín Balaguer astuto  y perverso, quien llegaría a ser su verdadero  líder, superado por su  desmedida  ambición  de riqueza y de poder,  apetencias que,  neciamente,  no sabe encubrir  y se blinda,  por lo que   pudiera  pasar, concentrando enormes poderes,  avalado por  una nueva Constitución proclamada por una Asamblea Revisora,  ilegítima,  viciada, hecha a su medida.

Aquella pregunta y su respuesta,  no  podían quedarse en el vacío. Son atraídas por  el sometimiento  judicial del  Dr. Guillermo Moreno, Presidente del Partido Alianza País,  contra los imputados Leonel Fernández Reyna,  su tacita de oro, Funglode, y otros presuntos implicados y la insólita decisión de la Fiscal de Distrito, ordenando su archivo definitivo, sin previa investigación, contrario a su deber, porque  “no existe  en la Constitución ni  en nuestro arcaico Código Penal  figura jurídica alguna que tipifique  la corrupción,  al lavado de activo, malversación de fondos públicos, prevaricación  etc., el mismo Código que condenara al presidente Jorge Blanco, sin ser corrupto, y lo metiera en la cárcel, porque cuando el poder político omnímodo  entra por una ventana, la justicia sale por la otra.

 El escrito de objeción al archivo definitivo de la querella, técnica y judicialmente  desmonta  las falacias y las violaciones en que incurre la Fiscalía del Distrito y que sustancian la querella. El fallo  reservado para el próximo viernes, no abriga mucha esperanza. El inculpado se siente seguro en su blindaje, no le interesa  que se vislumbre  la verdad que podría, para su bien,  liberarlo de toda sospecha legítima.

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