“No guardo rencor”
José Reyes ya perdonó a los Mets

“No guardo rencor”<BR>José Reyes ya perdonó a los Mets

FORT MYERS, Florida. Luego de nueve temporadas en las Grandes Ligas, todas con la organización que lo convirtió en un profesional en 1999, el torpedero José Reyes admite que en un momento se sintió muy incómodo porque los Mets de Nueva York no hicieron una oferta por sus servicios cuando se convirtió en agente libre el pasado invierno.

Reyes firmó un contrato de seis años y US$106 millones con los Marlins de Miami para mudarse del Norte al Sur.

Y luego de un proceso de adaptación, e incluso para pensar bien las cosas con más calma, Reyes ya ha dejado esa  pena al lado y ha decidido seguir adelante con su nueva vida.

“Yo creo que no hay espina, no hay rencor. Uno tiene que entender que es un negocio y uno tiene que entender la situación que están pasando de dinero en Nueva York. Siempre agradecido del trato que me dieron en Nueva York y la oportunidad de jugar en Grandes Ligas”, dijo Reyes al Periódico Hoy como parte de la cobertura especial de los entrenamientos de primavera, en La Florida.

Reyes viene de registrar su mejor temporada en mucho tiempo, superando los problemas de lesiones que le afectaron en el pasado reciente.

Con un título de bateo en sus manos luego de batear para .337 en 126 partidos y liderar la Liga Nacional en triples, con 16, Reyes está listo para arrancar su vida en Miami.

“Estoy súper contento de ser parte de esta nueva familia y hay muchas expectativas. No importa lo que la gente diga tenemos que demostrarlo en el terreno de juego y yo creo que si tenemos salud, vamos a competir”, agregó el torpedero.

La nueva vida implica muchas cosas en la vida de Reyes, quien solo había conocido a los Mets como su hogar y ahora enfrenta un nuevo manager, una nueva ciudad y nuevos compañeros para tratar de encajar nuevamente en un ambiente un poco más relajado.

Y eso se debe a la presencia de su compatriota Hanley Ramírez. A pesar de los intensos rumores de que habría una guerra entre ambos por el cambio de posición al que Ramírez se vio obligado con la llegada de Reyes, este último niega totalmente que en algún momento haya habido fricción entre ambos.

“Hubo muchos rumores que Hanley no iba a estar contento y que nuestra relación no iba a ser buena y Hanley y yo nos juntamos y nos morimos de la risa porque no sabíamos de donde había salido eso porque tenemos una buena relación. El nunca dijo que no se iba a mover a tercera y ahora lo que está haciendo es trabajando muy duro para ser el mejor tercera base posible y la relación sigue súper y está mucho mejor porque estamos en el mismo equipo”, opinó.

Reyes ha perdido 191 partidos en las últimas tres temporadas debido a diversas lesiones en sus piernas. Este año, como en otros, Reyes ha desarrollado una rutina intensa de preparación para tratar de evitar perderse encuentros.

Y claramente especifica que su única meta es mantenerse sano porque entiende que de lograrlo podrá contribuir.

“Yo siempre tengo mi rutina, enfocándome mucho en las piernas porque eso me ha dado trabajo en el pasado y me lesiono de allí. Pero para todo jugador que juega como yo juego eso pasa y yo lo que quiero es mantenerme sano para poder mantenerme sano el año entero y ayudar al equipo lo más posible”, sostuvo.

Y agregó: “Siempre le pido a Dios que mi única meta es salud porque si me mantengo sano todo el año lo demás va a llegar solo por su lado”.

Uno de los compromisos que tuvo que hacer para moverse del equipo fue recortarse las largas trenzas que le acompañaron en las últimas cinco campañas con los Mets.

¿Le molestó tener que recortarse para cumplir con las reglas de su nueva organización?

“No hubo inconveniente con pelarme porque esas son las reglas del equipo y lo hice por una buena causa, se recaudaron 10 mil y pico de dólares para los niños de la Fundación Make a Wish en Miami y se pudo ayudar en ese sentido”, explicó.

Asimismo, Reyes se refirió a la relación que ha desarrollado en menos de un mes con el dirigente de los Marlins, el venezolano Ozzie Guillén.

Guillén es reconocido como un hombre boca dura, pero hasta ahora eso solo ha sido así con la prensa y con los ejecutivos. De hecho, los jugadores adoran al ex infielder, que es considerado un manager de los peloteros.

“Tremenda relación  con Ozzie. El es un tipo con mucha energía y cuando uno tiene un manager que tiene buena comunicación con uno, uno siempre quiere jugar más duro”.

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