“No me puedo enfermar, soy pobre”

“No me puedo enfermar, soy pobre”

La salud es uno de los principales derechos establecido en la declaración universal de los derechos humanos. El Estado debe garantizar el derecho y el acceso a una salud de calidad a todas las personas sin distinción de condiciones raciales, de género, opciones sexuales, estrato social y edad. Así está establecido en nuestra Constitución.

Personas de estratos pobres se sienten impotente ante la enfermedad, tienen que llevar dinero al hospital para que lo atiendan, comprar los medicamentos y los recursos no alcanzan.

La visita a  un hospital en nuestro país supone mucha fortaleza emocional para enfrentar las escenas deprimentes de personas con sueros en los pasillos, las emergencias están abarrotadas. En el hospital Darío Contreras, los heridos llegan de todas partes del país y el hospital no puede cubrir la demanda de atención a la población.

En las provincias,  la situación de los hospitales es difícil. No hay medicinas, ni agua potable, precarias condiciones de higiene, no hay energía eléctrica, ni combustible para las plantas, además de que las ambulancias o están dañadas o no hay.

En comunidades rurales la situación es de mayor abandono y precariedad. Las unidades de atención primaria no cuentan con equipamiento, ni medicamentos, ni siquiera con médicos permanentes en muchos casos. Se observa cómo bajan de una loma a un enfermo en un motor acostado, o en la parte trasera de una camioneta. 

El costo del acceso a servicios de salud para las personas de las comunidades rurales es muy alto. Tienen que pagar transporte para llegar al hospital y pierden el día de trabajo y de obtención de ingresos a la espera de que lo atiendan, muchas veces deben volver al otro día.

Una joven adolescente fue ingresada en la Maternidad de Los Mina para hacerle una césarea, la herida se infectó por la presencia de una bacteria en la maternidad lo que agravó su condición. La madre nos expresa la situación y dice “eso no es raro que ocurra porque los pobres no tienen doliente, no tienen derecho a enfermarse”.

Esa es la realidad de la salud en nuestro país, que no ha sido ni es una prioridad, mientras los recursos públicos se malgastan y se le niega a la población la transparencia y  rendición de cuentas que es un derecho. En estos momentos se discute la reforma fiscal, la cual de llevarse a cabo empeorará la situación socio-económica de la población, porque disminuirá su capacidad adquisitiva con más cargas impositivas directas e indirectas.

¿Qué pasará con la salud, en la actualidad los recursos no son suficientes para cubrir las necesidades de salud, y con menos recursos? 

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