“Por una familia unida”, una epopeya amorosa

“Por una familia unida”, una epopeya amorosa

POR MARÍA MERCEDES                          
Su interés de unir más a la familia tiene una historia llena de emociones y felicidad. Sólo trate de conectar su mente en ese mágico instante en que 15 parejas respondieron “Sí, aceptamos”, en un coro que estremeció a quienes tuvieron la dicha de estar presente en ese memorable momento.

¿Ya lo imaginó? Bueno, pues el génesis de este enlace matrimonial tiene un inicio tan interesante como su “final”. Precisamente, eso es lo que queremos dar a conocer en esta entrevista, de ahí que hiciéramos una cita con Amarilis Cruz, gerente de Recursos Humanos y Miguel López, gerente de Mercadeo de la Asociación La Nacional de Ahorros y Préstamos, quienes nos recibieron con mucha cortesía en su lugar.

Amarilis Cruz empezó el relato de esta epopeya amorosa diciendo que surgió de manera natural, como todo lo que sucede en esa empresa. Un día cuando se vieron en la necesidad de recolectar los documentos para que sus empleados se integraran lo más rápido posible al proceso de la seguridad social en que está inmerso el país, se dieron cuenta que muchos de sus empleados, algunos con hijos adolescentes, otros inclusive tienen nietos, sin embargo vivían juntos sin estar legalmente casados.

“Como somos una institución que vela por el bienestar de la familia tratamos de proveerle una vivienda a cada uno, por eso aunque vivían en el mismo techo, si no estaban legalmente casados no podían optar por un préstamo para adquirir su casa. Por eso, quisimos dar el primer ejemplo con ellos, nuestros empleados”, indicó Miguel López.

Conocida la situación, los ejecutivos de esta entidad financiera que el 14 de julio cumplió 32 años de fundada, decidieron ayudarles a formalizar ante el Estado esas relaciones conyugales de tantos años. Así surgió la idea de las primeras bodas múltiples, que formaron parte del programa “Por una familia unida”, que consiste en que los empleados y colaboradores de la entidad tengan participación directa en la celebración de la boda, graduación y alfabetización de sus compañeros.

Con esta campaña quieren lograr la confianza y solidaridad de sus empleados, para en esa medida contribuir con su formación y estímulo. “Estas actividades se realizan porque todo lo que es familiar a la empresa le interesa, y que mejor que dar el ejemplo desde casa. De ahí que hacemos lo necesario para darle el valor que se merece al más importante núcleo de la sociedad”, expresó Miguel López.

Amarilis Cruz destacó que el hecho de que las bodas se hayan realizado junto con el aniversario de la institución fue una coincidencia. “Hicimos una sola entrega para no celebrar una primero y otra después, el resultado fue muy positivo, por la unidad que surgió entre todas las parejas”. 

En esta oportunidad no hubo empleados del interior -quienes representan el 10% de su personal, porque no hubo casos de parejas que vivieran en unión libre.

Así mismo, Miguel López dijo que desde sus orígenes, los fundadores siempre pensaron crear una empresa de corte familiar, donde la familia pueda encontrar todos los servicios financieros para cada uno de sus componentes, por eso tenemos productos de infantes desde 0 años hasta que son adolescentes mediante el programa “Maternidad Feliz”, a través del cual desde el embarazo les dan cuentas de ahorros a las madres, y de cortesía a los bebés. “En el transcurrir de los años les damos seguimiento mediante la visita a sus colegios y a los campamentos en que son inscritos”.

En esta primera entrega, muchas parejas no pudieron casarse porque no lograron reunir los documentos necesarios. Pero, una buena noticia es que la entidad tiene planeado el próximo año formalizar más nupcias entre sus empleados.

UNA BODA ORGANIZADA POR TODOS

Amarilis Cruz aseguró que siguiendo la filosofía del lema de que la Asociación La Nacional de Ahorros y Préstamos ‘es una gran familia’, “al igual que hacen los parientes cuando un integrante se va a casar, en esta oportunidad todos asumieron su papel, su compromiso. Por ejemplo, el departamento de Mercado se encargó de las fotografías para que en sus casas tuvieran recuerdos gráficos de ese  momento inolvidable”.

Para los demás detalles –el club, la decoración, la vestimenta-, se reunían con frecuencia y todos aportaron ideas, y en esa medida se fueron dando cuenta de qué hacía falta para completar los preparativos. 

Muchos de los que se casaron eran mensajeros motorizados, conserjes, auxiliares, personal del nivel medio con pocos recursos económicos, por eso en las sucursales sus compañeros le dieron el apoyo que necesitaban, pero sobre todo los animaban. “A las señoras les decían que les ayudarían a alquilar el vestido de novia, y a los señores, los ejecutivos en repetidas ocasiones les dijeron que si era necesario les prestarían los trajes”.

INTENSAS EMOCIONES

En principio, como no sabían la magnitud de las bodas pensaron hacerla en el patio español de la entidad financiera, ubicada en la Zona Colonial, pero a medida que la noticia se informaba en las diferentes sucursales, la lista se fue ampliando, para finalmente fue celebrada en el amplio salón del Club Los Prados.

“La ceremonia fue tan espontánea como interesante. De hecho, aunque eran 16 bodas, parecía que se estaba celebrando una sola. Se le dio toda la formalidad de rigor; aunque la jueza los casó por separado, todos atestiguaron que estaban de acuerdo con su unión matrimonial, firmaron su libro y luego de manera colectiva fueron declarados marido y mujer”, indicó la ejecutiva, quien fue la madrina y Freddy Reyes, vicepresidente ejecutivo, el padrino.

Narró que se leyó la Biblia y que se sintió muy fuerte la presencia de Dios, que es quien realmente une a los seres humanos, y que decidieron hacer el matrimonio por lo civil, porque las parejas son de diferentes religiones. Luego queda de las familias unirse por la iglesia que les corresponde. También, la ocasión fue aprovechada para legitimar a todos los hijos de los contrayentes.

“En ese momento hubo muchas lágrimas, tanto de los contrayentes como de sus hijos, sus familiares y compañeros de trabajo que estuvieron presentes para apoyarlos. Por eso, las parejas que se quedaron me han dicho que los anote en la lista para el próximo año”, expresó Amarilis Cruz, muy emocionada, como si por su mente estuvieran pasando esas imágenes.

Concluido el acto cada pareja se dirigió a su mesa, donde estaban sus hijos, sus padres, en fin, todos sus familiares. También les acompañaron funcionarios e integrantes de la Junta de Directores de la entidad, “eso demuestra, que todos los empleados somos iguales, y que compartimos entre sí con gran alegría”.

AMPLIANDO LA META

Estos enlaces matrimoniales marcaron un antes y un después. Las emociones vividas por quienes estuvieron presentes así lo confirman. Por eso, conscientes de que todo proyecto que se pone en marcha debe seguir creciendo, desde ya están planificando la segunda entrega del programa.

“Tomando las palabras de Freddy Reyes, nuestro vicepresidente ejecutivo, él se emocionó tanto que dijo que esa fue la primera entrega y posteriormente deberá extenderse hacia los clientes. Este proceso conlleva una serie de logísticas, de esfuerzos comunes, que tengan como finalidad de que las personas se sientan satisfechas y realizadas. Lo que le pedimos a las parejas es que realmente estén interesadas en casarse”, dijo Miguel López. 

“Como queremos seguir uniendo parejas, buscaremos la forma de cómo evaluar a los clientes, pues no olvidamos que éste es un aporte de la institución a la familia dominicana”, precisó. 

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