Uno de los dos supuestos sicarios muertos por disparos policiales  en Santiago había sido sometido junto a otro por falsificación de tarjetas de crédito y porte ilegal de arma de fuego. Sin embargo, los hechos comprobados solo le costaron tres meses en prisión porque se le conoció un procedimiento abreviado.

El 10 de agosto del 2009 Saldhi  Grullón y Norberto Contreras fueron favorecidos con una sentencia emitida por el Cuarto Juzgado de la Instrucción del Distrito Nacional que los condenó a dos años de prisión. De esos les suspendió un año y nueve meses y dispuso su inmediata puesta en libertad variándole la medida de coerción de prisión por presentación periódica.  La sanción impuesta a los dos jóvenes, encontrados en flagrante delito, con 48 tarjetas clonadas y dos pistolas sin permiso, consistió en residir en un lugar determinado, no salir del país y abstenerse de tener contacto con personas ligadas al ilícito de clonación de tarjetas.