“¿Que será de nosotros mi Dios querido?”

“¿Que será de nosotros mi Dios querido?”

Temas de interés nacional fragilizados por otros electorales hacen invocar al Jibarito Rafael Hernández en su Lamento Boricano partiendo de la impasible continuación de preparativos electorales con un PRSC sobre el que penden recursos de tribunales que inhabilitarían su participación y de la propuesta del candidato oficialista para cambiar modelo cuando recientemente el Presidente Fernández intentó demostrar a la nación su excelente manera de gobernar hasta plasmar en realidad sus ilusiones de Nuevayork chiquito en medio de auras maternas y Shakespearianas.

Mueve suspicacia que la JCE prosiga impasible los preparativos electorales encontrándose instancias pendientes de decisión ante el TC, TSE y ella misma que traducirían efectos suspensivos para la admisión de la candidatura del PRSC como también que ese partido, prevalido no se sabe en qué poderes, prosiga su publicidad llamando a votar por una casilla que pudiera quedar vacía sin que nadie  le advierta la potencial suspensión de su participación y la eventual retención de fondos que cuentan para financiar ésa publicidad.

Habiendo subido el tono del debate electoral y revelándose y realzándose que la paz depende de la transparencia electoral, este proceder resulta peligrosísimo.

Desconcierta que luego del discurso presidencial de rendición de cuentas que sugiere que toda marcha tan bien que no habría que cambiar nada, el candidato del partido oficial proponga un cambio de modelo “para dar paso a otro que distribuya la riqueza” con lo cual admite que el vigente ha provocado la concentración que vox populi se critica, y que proponga un “efectivo combate de la pobreza” admitiendo implícitamente que el actual ha sido inefectivo. Así se confirman incoherencias y discrepancias en líneas de mando de un eventual gobierno peledeísta.

Además, embarrulla la pretensión de demostrar la pertinencia del gasto público por su volumen, como acaba de hacer FUNGLODE al revelar que el gasto social creció 13 veces de 1976 a la fecha, ignorando  que lo gastado puede ser neutralizado por la corrupción y que su eficacia debe ser medida por calidad y resultados habida cuenta los informes sobre el desarrollo humano del PNUD que dan cuenta de estancamiento social a partir de 1996 a pesar del mayor crecimiento económico y gasto supuestamente social. Y trastorna el rasgado de vestidura por el cuestionamiento de contratos dolosos cuando planteamientos similares endosados por potencias europeas son los que están primando en el rescate de Grecia por gastos dispendiosos y endeudamientos excesivos.

Esta especie de “colar el mosquito y tragar el camello” frente a un pueblo “muerto de necesidad”, oyendo “lamentos por doquier”, nos llevó al título de ésta colaboración.

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