Mito 1: Esto es una REFORMA fiscal.
En realidad hablamos de una modificación (revisión de tributos) única y exclusivamente. La gestión fiscal va mucho más allá de un enfoque impositivo.
Mito 2: RD tiene pocos ingresos tributarios.
La dificultad está en la falta de capacidad de gestión de dichos recursos, y la dilapidación evidente de los mismos. Quizás tengamos pocos ingresos para la sed de la administración financiera del Estado.
Mito 3: La presión tributaria en RD es baja.
Esta es una medida cuantitativa que solo relaciona dos variables (ingresos tributarios y PIB), no puede ser un referente exclusivo el porcentaje que arroja dicho indicador. Tal presión podrá llegar a ser tan elevada como elevada sea la retribución social de dichos recursos al momento del gasto. Ahora debemos medir la Presión Ciudadana
Mito 4: La revisión tributaria afecta principalmente a la clase media.
En realidad esto afecta a todos los agentes económicos con su respectiva externalidad negativa, tendencia a efectos inflacionarios y de impulso a recesión económica.
Mito 5: Las medidas tributarias no impactarán los pobres.
El impacto de las políticas públicas en los pobres nunca ha dependido exclusivamente de su vinculación a las actividades de consumo. El impacto en la población no depende solo del tipo de «reforma fiscal». Es la forma de gestión del Estado.
Mito 6: Las reformas legales del sistema financiero de los últimos años, garantizan la transparencia fiscal.
No es un asunto legal es un asunto de la administración del Estado y la responsabilidad de sus gerentes.
Mito 7: «El gasto ampliado en educación en el año 2013, justifica reforma fiscal».
Necesitamos las garantías y recobrar la confianza perdida.
Mito 8: El Gobierno debe enviar señales a la población de lucha contra la corrupción y transparencia, para que la propuesta se acepte.
Los niveles de desconfianza en la clase política han llegado a sus niveles máximos.
Mito 9: Necesitamos una Ley de responsabilidad fiscal.
Cuando ya tenemos un marco jurídico con responsabilidades institucionales, y en tal sentido personales. No es asunto legal es asunto personal (los gestores de las finanzas publicas)
Mito 10: Es necesario primero la «Reforma» antes de discutir presupuesto.
En tiempos de dificultad es preferible identificar las necesidades y prioridades para poder asignar recursos disponibles.
Mito 11: Los responsables del hoyo son los del «gobierno pasado».
Es muy difícil hacer la separación cuando tenemos un mismo partido que decide (Comité Político), y se mantienen funcionarios del área económica.
Mito 12: Sin esta reforma no hay acuerdo con el FMI, y se derrumba la economía.
El interés de la firma con el fondo es por la búsqueda de recursos que compensen las limitaciones actuales de las finanzas públicas.
Falacia 1: Esto no es un fraude fiscal, es simplemente un déficit fiscal.
Mientras no se reciba una explicación, sobre el destino de los recursos y su justificación, seguirá siendo un fraude. Por otra parte, si gastamos más de lo que se dispone, en tales proporciones, de forma continua y sin controles, bajo los efectos causados y por conocer, y sin la debida explicación… ES FRAUDE FISCAL
Falacia 2: Las protestas son encabezadas por la oposición.
La oposición aprovecha el escenario para como plataforma, pero no son los protagonistas. En las protestas faltan los funcionarios del gobierno o personas vinculadas al partido, con beneficios directos del gobierno, en su mayoría.
Falacia 3: La reforma fiscal no va a afectar a los más pobres.
¿Quién controlará la traslación impositiva?
Falacia 4: «Economía del país va por buen rumbo».
Con un Estado quebrado, pareciera difícil asumir un buen rumbo económico. Se puede decir que estamos mal, pero trabajamos para mejorar.
Falacia 5: Esta «Reforma Fiscal» es distinta a las anteriores.
Sí, la diferencia está en que los porcentajes son mayores y agregamos otras figuras adicionales a ser gravadas con nuevos impuestos.
Falacia 6: Estamos obligados a esta «reforma».
Esta es una mirada simplista de la política económica, y con la que el gobierno asume menores responsabilidades. Muestra de limitación de creatividad y visión estratégica de la gestión pública.
Falacia 7: Esto es el pacto fiscal mandado por la Estrategia Nacional de Desarrollo.
Para un pacto sería necesario tener dos o más partes negociando sin que ninguna de las partes se retire previo a finalizar el referido pacto.
Falacia 8: Esta es una de las reformas más trascendentes para el país.
No se pueden proponer mecanismos de transformación o cambios, en el marco de un sistema que debe ser transformado.
Falacia 9: El gasto no es excesivo.
SI es excesivo POR DIOS!, no tan solo por su monto. Es su estructura, la irresponsable ejecución, la voracidad, su orientación, su priorización. Pequeño detalle!