“Seis dominicanos en Michigan”

 “Seis dominicanos en Michigan”

NAYIBE TAVARES ABEL
Seguir los estudios después del bachillerato es una oportunidad que sólo los más afortunados tenemos, en especial en un país como el nuestro. Aún más, estudiar en el extranjero es una experiencia que hace crecer a las personas, tanto intelectual como personalmente.

Estudiar en el extranjero es «volar solos», como me dijo mi abuelo. Vivir en una tierra ajena enseña lecciones valiosísimas como afrontar la soledad, apreciar la patria y ser un individuo a pesar de las circunstancias.

 Este año 2007, seis dominicanos hemos tenido la suerte de, no sólo estudiar en el extranjero, sino de estudiar en una universidad que se encuentra entre las 100 mejores de los Estados Unidos y con becas que cubren la mayoría de nuestros gastos. Paola Badía, Esteban Franco, George Lluberes, Laura Polanco, Manuel Torreira, y una servidora, ahora somos «Broncos» y estudiamos en Western Michigan University.

WMU se encuentra en la ciudad de Kalamazoo, Michigan, en los Estados Unidos. Según Laura, estudiante de Administración, «Kalamazoo es muy bonito y tranquilo. Uno se siente seguro y cómodo»

Por el hecho de que no muchos dominicanos emigran al extranjero para realizar sus estudios superiores, muchas veces se piensa que estudiar en el extranjero es algo complicado; aplicar es muy fácil: En la página Web de WMU, www.wmich.edu, en la sección de «admissions» se encuentran todos los formularios que hay que completar, los cuales se envían por la vía electrónica; así se inicia el proceso.

Juan Tavares es un personaje clave en este proceso. Juan, además de ser mi tío, es la persona que convirtió la idea de venir a Michigan en una realidad para nosotros. Juan es «Senior International Student Admissions Counselor», es decir, uno de los encargados de que estudiantes extranjeros sean admitidos a WMU. En una de sus vacaciones en su tierra natal, La República Dominicana, Juan se tomó el tiempo de visitar unos cuantos colegios como Carol Morgan, CEMEP y St. Thomas. En su visita al St. Thomas, a través de la directora, Joyce Marcano, Juan les habló a los estudiantes sobre WMU y gracias a eso Laura, George, Paola y Manuel se encuentran ahora en Michigan.

Los otros dos dominicanos, Esteban y yo, ya nos encontrábamos en los Estados Unidos. Yo, terminando el bachillerato y Esteban comenzando la universidad.

WMU ofrece innumerables carreras y diferentes títulos, no sólo la licenciatura, también maestrías y doctorados. Según George, estudiante de Ciencias Políticas, estudiar en WMU lo ayudara a «regresar a mi país excelentemente preparado».

WMU es una universidad enorme comparada con las universidades dominicanas, ya que cuenta con 25,000 estudiantes, 1,200 acres, 151 edificios y varios campus. Manuel y yo, por ejemplo, tomamos clases en el campus de Ingeniería y Ciencias Aplicadas, el cual cuenta con alta tecnología ya que fue construido en el 2003 y en el cual se invirtieron US$72.5 millones.

WMU ofrece también cómodas instalaciones y servicios para el desarrollo personal de los estudiantes: dormitorios y apartamentos; el «bronco mall», varios cafés y cafeterías con diferentes especialidades; un moderno gimnasio; instalaciones deportivas como pistas de atletismo, canchas de tenis, de baloncesto, de fútbol, de voleibol, un estadio de fútbol americano y plays de béisbol y softball; una clínica exclusiva para estudiantes y staff; transporte publico gratis; organizaciones estudiantiles; varias bibliotecas dedicadas a diferentes áreas (negocios, ingeniería, medicina, etc.) Según la compañía de comunicaciones Intel, WMU es la segunda universidad americana en cuanto a Internet Wireless.

Los profesores de WMU cuentan con doctorados y maestrías en las carreras que imparten. «Ellos dan su máximo para que todos puedan entender» señaló Esteban, estudiante de Administración. Es comprensible que muchas personas descarten la opción de dejar su tierra por miedo a la soledad. Sin embargo, con respecto a su familia y amigos, Manuel confesó riéndose que «Uno siempre se mantiene en contacto con ellos, la familia y la novia.»

Algunos de nosotros incluso habíamos tomado exámenes de admisión en las universidades dominicanas. Por ejemplo, Paola, estudiante de Administración, admitió «Yo tenía pensando estudiar en mi país, ya que soy muy apegada a él. Incluso hasta había tomado el examen de admisión en UNIBE; ahora reconozco que estudiar en WMU ha sido la oportunidad más grande que la vida me ha brindado. No sólo viene a aprender, leer capítulos, libros y a tomar exámenes; mejor aún, vine a aprender lecciones de la vida diaria; lecciones que me servirán para independizarme, desarrollarme, adaptarme y convivir mejor con todos los que me rodean. Estoy muy agradecida a Dios, a mi familia, mis profesores y muy especialmente a Juan Tavares por haberme permitido venir a esta universidad.»

Ustedes jóvenes dominicanos también pueden lograr lo que nosotros hemos logrado. No deje que la inercia se adueñe de usted y «vuele solo.»

Publicaciones Relacionadas