Lo curioso y lo amoroso se fusionan y conspiran por la felicidad de dos asnos y es que en época de San Valentín, todos respiran amor, hasta los burros Ramón y Nina, habitantes del Zoológico Nacional, quienes se casaron ayer nada más y nada menos que con la primera dama de la República, Margarita Cedeño de Fernández, como testigo de su unión. Un privilegio que pocos humanos han tenido, sin embargo, este peculiar matrimonio lo logró.
Los felices novios desfilaron junto a sus cuidadores por el caminito que les llevó hasta el altar. No fue una boda caracterizada por el tradicional blanco, la novia llevaba sólo un tocado de tul, y el novio un bozal azul con rojo.
Sin embargo, el peculiar matrimonio tomó otro carácter cuando la magistrada Adelis Flores dijo: Si algún burro se opone a esta unión ¡que rebuzne ahora o calle para siempre!
Nadie se opuso, por el contrario, tanto los visitantes como los empleados del Zoológico se mostraron felices de que Ramón y Nina, tomaran la decisión de unirse y llevar a un nuevo nivel su relación, que según explica la directora del Zoológico, Patricia Toribio, inició con algunos coqueteos.
Toribio, también refirió que la idea de este matrimonio surgió a propósito del Día del Amor y a la amistad, como una manera de celebrarlo y compartir con toda la familia, y hacer una actividad divertida y a la misma vez educativa, explicó Toribio.
Multiplicar los asnos. Con esta unión se pretende concienciar a la gente sobre la extinción del burro y atraer las miradas sobre este animal, que según las estadísticas en la isla sólo quedan 536. El compromiso de Ramón y Nina a partir de ayer es perpetuar su raza.
Los preparativos para la boda de Ramón y Nina comenzaron días antes y muestra fue la esmerada decoración, con un aire romántico, del área del Zoo Infantil, inspirada en San Valentín: colores rojo y blanco, y corazones por todos lados. Ramón y Nina llegaron al Zoológico gracias a una donación del Zoológico de Moca, ambos llevan unos meses residiendo allí, y ahora se espera que pronto sean padres.