“Si Jalisco no gana, arrebata”

“Si Jalisco no gana, arrebata”

El folklore mejicano, a través de sus contagiosas rancheras, nos acostumbró a una sentencia que perdura en el sentir latinoamericano y es la sentencia que  “Jalisco nunca pierde, y si pierde arrebata” para lograr sus propósitos de  llevarse siempre el premio.

Y esa sentencia adquiere vigencia con relación a la licitación de Aster, en estos días de intensa campaña electoral, en que los ánimos cada día se  agitan con las consecutivas denuncias de corrupción y de tramas isleñas, en que de seguro que ya nada nos sorprende y que al final de la campaña las tantas denuncias se convertirán en agua de borrajas.    

La decisión  de la Comisión de Liquidación del Baninter, para la adjudicación del apetecible manjar de Aster, que fue llevado de manera diáfana por el tenor de las opiniones de los participantes y de quienes fueron los auditores para tan importante licitación, estableciendo un sentir de que todo continuó en la línea de ética y transparencia con que se ha llevado a cabo la realización de los activos heredados  de los bancos quebrados en 2003. Esa manera de actuación, tan diáfana de las autoridades responsables de esas operaciones, ha permitido que ingresen al Banco Central  una suma que supera los 8 mil millones de pesos y con una realización de activos que superan los 9 mil millones de pesos.

El transparente proceder ha tropezado con las opiniones de personas que esgrimen que tal transacción no debió llevarse a cabo, por el asunto de la contienda electoral, alegan que se quieren deshacer de ese importante activo ante la eventualidad que se produjera un cambio de gobierno.

Entonces surgen los que amparados en un espíritu  estilo Jalisco, que no quieren perder, y quieren arrebatar, impulsando insidiosas campaña de  calumnias y sentencias carentes de bases económicas y fiscales para pretender incidentar la adjudicación de Aster, esgrimiendo una serie de argumentos y amenazas para meter  miedo y elaborar maniobras tras bastidores que asusten a los responsables para que se retracten, como ya ha ocurrido  en el pasado, que hasta ha permitido que se disfruten empresas y propiedades estatales, que en buena lid debieron ser subastadas hace mucho tiempo, pero continúan siendo detentadas ilegalmente.

En esta ocasión se ha recurrido a las calumnias personales a la más alta jerarquía en el Banco Central, con lo que la causa de la empresa, que no reunió  las condiciones para poder concursar,  se mancha y cae en un cierno de la diatriba y el chantaje, pretendiendo que las autoridades del Banco Central se metan en miedo, o que el superior jerárquico de la administración pública intervenga anulando la licitación y se reinicie de nuevo todo el proceso.

Todo el lodo nauseabundo que se ha querido arrojar a  la persona del gobernador del Banco Central tiene la muralla defensiva y protectora   de una opinión pública responsable,  que desde hace años conoce  la destacada trayectoria de un capacitado servidor público,  que gracias a su dedicación y respaldado por técnicos  brillantes, ha podido colocar a su institución  como el sostén de la estabilidad económica que disfruta el país desde el 2005, reconocida  a nivel continental por todos los bancos centrales que ven a un pequeño país sorteando con seguridad la crisis mundial que desde el 2008 afecta a los países de la Tierra.

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