La colectiva Sugerentes es una de las mejores exposiciones que ha presentado la Alianza Francesa de Santo Domingo en sus muy buenos espacios dedicados al arte. La institución del Centro de los Héroes despliega una actividad cultural intensa hoy, Fiesta de la Música- donde los artistas visuales encuentran acogida y apertura. Ahora, le ha dado paso a creadores jóvenes, entre noveles, emergentes y ya confirmados. Nos satisface particularmente que las salas de la Alianza acojan a estos siete artistas, permitiendo descubrirlos o conocerlos mejor: sus cualidades son desiguales, pero todos se perfilan como serios y bien intencionados
Viendo esta muestra, afirmamos nuevamente que el arte joven dominicano trabaja, repite, mantiene, cambia, renace diariamente Son propiedades físicas y conceptuales que exigen de sus autores, en un medio difícil, el espíritu de lucha, el empecinamiento convencido que quiere convencer.
Rafael Hernández Peguero, Werner Olmos, Edward Reyes, Ocre Reyes, Aaram Musset, Julián Amado, Remberto Rondón pertenecen a esos contemporáneos no radicales, unos más noveles y emergentes que otros, que investigan sin destruir, que crean sin subvertir, que inventan a partir de una tradición mayormente figurativa tradición que pretenden conservar-, entre realismo y surrealismo. Cuidadosos con la técnica y la limpidez de ejecución, piensan que una expresión contemporánea no impide la minuciosidad en el tratamiento de la imagen.
Ellos se declaran Sugerentes y Una llamada surrealista. Llamada y llamarada, coincidencia en el presente No los percibimos como un grupo que generalmente se disuelve y se disocia con cierta amargura. Lo vemos a manera de un encuentro de inquietudes y de personas con afinidades, que las proyectan en una colectiva curada por uno de los expositores, en el consenso artístico de un alejamiento de la realidad banal, tediosa, frustrante.
Aquí surgen a la memoria palabras de Salvador Dalí -el surrealista por excelencia -: Yo trato de crear cosas fantásticas, mágicas, cosas como sueños. El mundo necesita fantasía. Nuestra civilización es demasiado mecánica. Se puede transformar lo fantástico en realidad.
No cabe duda de que los sugerentes insisten en la fantasía y lo fantástico como fundamentos de su producción plástica, en una transformación de la realidad cotidiana como un común denominador, aunque unos llegan efectivamente al surrealismo y otros a una leve mutación de lo real observable. Pero siempre las obras surrealizantes provocan esas interrogantes, y en particular estos expositores no tienen la misma claridad definitoria.
Expositores. Julián Amado y Remberto Rondón son los artistas de mayor madurez, dueños de un dibujo magistral y riguroso, figurando incuestionablemente entre los dibujantes dominicanos sobresalientes. Amado se destaca además por un dramatismo intenso en su tratamiento de la condición humana a la manera negra. Consideramos a Rondón un talento impresionante en el trazo y la agudeza descriptiva, así efectos ópticos, duplicación y sobrecarga más bien afectan un potencial de excepción.
Ocre Reyes, probablemente admirador de Oviedo, trabaja la atmósfera y los espacios insóiltos, investigando vapores y profundidades inquietantes, mientras Werner Olmos propone una sátira de nuestra época, de sus desechos, ¡hasta de los burros (sic) con corbata! Aram Musset, impecable entre lo agigantado y lo liliputiano, demuestra un peculiar refinamiento imaginativo y sabe apropiarse de otros creadores… La poesía y el humor de Edward Reyes se desarrollan en un estilo ilustrativo, plano y límpido. La juventud de Rafael Hernández Peguero, entre naipes, naturaleza y cuentos de hadas, es prometedora.
En síntesis, seguiremos esa tentación sino movimiento de surrealismo, y felicitamos a la Alianza Francesa por su estímulo permanente al arte joven.
Zoom
Premisas del Surrealismo
El escritor francés André Bretón, líder del movimiento surrealista, llevaba las actividades de su grupo hacia la exploración de lo inconsciente a través de la poesía, la escritura automática, el collage y la pintura. El proponía acercarse a los sueños, como expresión de la plenitud creadora. Desprovisto de cualquier justificación, ese concepto se concreta, a partir de los años 30, con el hallazgo inútil, la fragmentación irracional, las composiciones heterogéneas, la belleza discordante, el misterio en libertad. El Surrealismo ha tenido numerosos adeptos en América Latina.