“Tinta roja”, el nuevo disco de Andrés Calamaro
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“Tinta roja”, el nuevo disco de Andrés Calamaro <BR data-src=https://hoy.com.do/wp-content/uploads/2006/06/E6744D8A-B6CC-423A-81BB-A403B80AC5CA.jpeg?x22434 decoding=async data-eio-rwidth=254 data-eio-rheight=390><noscript><img
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POR TONY CALDERÓN Y
NICOLE SENCIÓN

Una notable versión de «Sur», en la que la voz de Andrés Calamaro olvida la afectación y se entrega de lleno al cuerpo de la canción abre «Tinta roja», el nuevo disco del músico argentino, que hace un recorrido fresco o más bien un tributo a grandes autores de la canción.

El nuevo trabajo continúa las líneas ya esbozadas en «El cantante» (2004), donde Calamaro propuso sus versiones de «Malena», «Volver» y «Sus ojos se cerraron», y lleva el sello distintivo de Javier Limón en la producción artística.

Al igual que en «El cantante», Calamaro está acompañado por la guitarra del exquisito Niño Josele, de una infinita ductilidad, en la que el flamenco aparece sólo para marcar climas y acentuar la teatralidad de determinados pasajes sin hegemonizar ni desnaturalizar las versiones originales y en una mixtura que le permite al tango adentrarse en nuevas geografías sin renegar de la marca de origen.

Hay en «Tinta roja» una nueva muestra del inmenso carisma musical de Calamaro, de su asombrosa capacidad para hacer relucir el género canción en cualquier formato y de la madurez interpretativa que alcanzó, en un disco en el que olvida sus entonaciones más habituales, esas que ahora todos copian.

A la apertura mínima y profunda de «Sur», en la que Calamaro aparece acompañado sólo de guitarra, le sigue una arriesgada y romántica versión de «El día que me quieras» y un canto a dueto con la flamenca Montse Cortés, que podrá poner los pelos de punta a más de uno, pero que irradia belleza e intención a cada momento.

Sucediéndose luego «Por una cabeza», «Tinta roja», «Milonga del trovador», «Melodía de arrabal» y como cierre una versión con aire pop y muy entradora de «Nostalgias», llevada casi al bolero.

El disco es un genuino producto de Casa Limón, la discográfica del músico español Javier Limón, para Warner Music. En él se hace un intento de ligar en un sonido nuevo el flamenco y el tango, una idea fija de Limón, que considera a la música porteña como «un pilar de la música en general».

Por el lado de Calamaro, otra vez aparece en toda su dimensión el ángel musical que lo alumbra, en este caso animándose con el tango y mientras se esperan noticias de su vuelta a la composición, que entregó en cuentagotas en «El regreso».

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