“Trazos Criollos” en su segunda versión

“Trazos Criollos” en su segunda versión

El pasado  lunes 22 de este mes,  Casa Cuesta puso  a disposición de todos sus clientes la  segunda edición de “Trazos criollos”, en esta ocasión  denominada “Palmas de mi país”,  con la presentación  de  una delicada  vajilla  en la cual se  hace  tributo a nuestras palmas.

La vajilla consta de   cuatro platos llanos,   cuatro  hondos y   cuatro de  ensalada, un juego  de fuentes de servir en tres tamaños diferentes,  azucarera, cremera,  cuatro  tazas de café,   cuatro de  té  y platos llanos pequeños.

De acuerdo con una nota de prensa enviada  a ¡Vivir!,  el  principal objetivo de este proyecto  es resaltar  los valores criollos y nuestra dominicanidad.

La colección está inspirada en las diferentes especies de palmas de nuestro país, entre las que se destacan: la palma real, palma cacheo, palma  cana, palma guanito  y palma corozo,  plasmadas en  las piezas.

La hermosa vajilla inspirada en las palmas dominicanas está disponible desde el lunes.

La edición es limitada y, según explicaron los ejecutivos de Casa Cuesta, este es un tributo  a la exclusividad, aunque a precios asequibles a cualquier público.

Quienes adquieran esta  vajilla harán honor a nuestras palmas nacionales, ya que en cada pieza podrá observar la imponente   palma real, árbol endémico de  República Dominicana, la cual crece abundantemente  en los bosques húmedos; También la palma corozo, de tronco simple y gran altura, pero igual con una gran   belleza; la palma cana, impresionante y de gran tamaño, originaria de la Hispaniola, pero que se da básicamente en la zona oriental de Cuba, así como las demás especies de este arbusto que engalanan la segunda versión de Trazos Criollos.

Es una oportunidad para lucir en su cocina una vajilla de colección  y a un precio accesible.

Su primera edición

Fue presentada en septiembre de 2007, cuando Casa Cuesta reafirmando su compromiso con la familia dominicana, y con la intención de resaltar los valores y raíces, hizo tributo y  homenaje a las frutas criollas, con la presentación de su colección denominada   “Frutas de mi país”,  primera colección de  “Trazos criollos”.

En aquella ocasión presentó una amplia  mezcla de  colores  de las   frutas criollas, tales    como el rojo del  cajuil; el verde de la   guayaba, el amarillo de la piña y el naranja del  mango; ahora   reivindica nuestras  palmas.

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