“Treinta años de coleccionismo nacional”

“Treinta años de coleccionismo nacional”

Después de la inauguración del flamante Palacio de Bellas Artes, hermosísimo en sus exteriores e interiores remozados, la presentación de la Galería Nacional de Bellas Arte, brillando luego de décadas de sombra y vacío, llena al medio artístico de satisfacción y de expectativas. Los dos grandes salones tradicionales  lucen esplendorosos en su solemnidad, con sus pisos marmóreos de diseños geométricos, sus columnas imponentes, su iluminación irradiante.

En la primera planta, los vestíbulos, a los cuales se accede directamente por las fachadas laterales, a ambos lados del Salón de la Rotonda, invitan a entrar y a contemplar un espacio impresionante.

 En la segunda planta, salas espaciosas y menos formales flanquean el magno Salón de la Cúpula, de claridad cenital, al cual se llega por anchas escaleras cuyas barandas áureas armonizan con el estilo palaciego. En ese marco singular, que ha resucitado luego de años de olvido, se despliega la exposición inaugural de la Galería.

Difícil era organizar una exposición que correspondiese al acontecimiento de la reapertura y tuviese una significación coyuntural con el lugar que vio evolucionar el arte dominicano en su modernidad.

La muestra “Treinta años de coleccionismo nacional” está perfecta: se valora como un testimonio, cual una síntesis de la época que más incidió en el desarrollo de la plástica nacional. La historiadora del arte Paula Gómez hizo una selección excelente, acorde con su hondo conocimiento del período y su capacidad curatorial.

Desde el 1976 las obras habían sido trasladadas al Museo de Arte Moderno –entonces Galería de Arte Moderno- y habían integrado su colección permanente, siendo una parte exhibida. La directora de la institución, María Elena Ditrén, acogió la solicitud de una cesión temporal, y pinturas, dibujos, esculturas, realizados durante tres décadas, muchos de ellos Premios de Bienal, han vuelto a su casa… La emocionante visita durará hasta finales de año.

“Treinta años de arte nacional” es realmente un conjunto antológico, y el espectador puede valorar la calidad y la idiosincrasia del proceso creativo dominicano a través de 32 piezas, una hazaña curatorial. Las pinturas dominan fehacientes de una investigación que se va liberando del realismo a la abstracción, los dibujos fuertes y expresivos confirman a un país de dibujantes, las esculturas sobresalientes nos hacen añorar al tiempo perdido… La colocación, que sigue aproximadamente un ordenamiento cronológico, es clara, sencilla, impecable.

No cabe duda de que la escasa superficie de paredes, priorizando el espacio un área central inmensa, solo permite presentar algunas pinturas y dibujos en los dos grandes salones. Ahora esta disponibilidad limitada estuvo perfecta, teniendo además la selección una fuerza indiscutible, pero en el futuro se impone la colocación de paneles, muy bien estudiados en forma y formato. En lo concerniente a las obras tridimensionales, el problema no se plantea, y cabría pensar en retrospectivas de escultura, que gozarían de una extensión ideal.

Luego, según una característica de las obras maestras, estos trabajos – gráficos y pictóricos- no han envejecido y suscitan igual admiración que cuando representaban el arte contemporáneo. Respecto a las  ejemplares esculturas,  contemplarlas equivale a un réquiem por una categoría en vía de desaparición, si no se ayuda a su renacimiento. ¡Una tarea urgente!

“Treinta años de coleccionismo nacional” se abrirá en breve al público,  con una preocupación por la información y la enseñanza.  La Galería Nacional de Bellas Artes tiene una particular responsabilidad, por la academia oficial, por la historia de las Bienales, por su proximidad de la vecina Secretaría de Educación. Con esta primera exposición, con visitas y talleres, los jóvenes disfrutarán de una óptima introducción al gran arte dominicano, del que todos se sienten orgullosos.

Zoom

Los artistas  expuestos

Mentores: Celeste Woss y Gil, Yoryi Morel, Jaime Colson, Darío Suro. Allegados: Vela Zanetti (incluyendo los murales de las escaleras), Jorge Gausachs

Tres generaciones de maestros: Clara Ledesma, Gaspar Mario Cruz, Antonio Prats-Ventós, Luichy Martínez Richiez, Luis Álvarez, Marianela Jimenes, Nidia Serra, Eligio Pichardo, Paul Giudicelli, Giberto Hernández Ortega, Silvano Lora, Fernando Peña Defilló, Ada Balcácer, Domingo Liz, Cándido Bidó, Elsa Nuñez, Iván Tovar, Lepe, Orlando Menicucci.

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