“Tu ternura molotov”, cóctel detonante de terror, ironía y amor

<P>“Tu ternura molotov”, cóctel detonante de terror, ironía y amor</P>

El  dramaturgo venezolano Gustavo Ott utiliza como metáfora, el terrorífico cóctel, en su obra “Tu Ternura Molotov”, interesante tragicomedia  en la que como en una bomba de tiempo, paulatinamente el terror se va  apoderando  de los personajes,  y  entre ironía, suspense y  humor, conocemos los secretos de una singular pareja –una periodista y un abogado.

Empleando un lenguaje claro,  directo, Ott  resalta las contradicciones en que se debaten los protagonistas,  la crisis existencial que los agobia, y la doble moral que adoptan para enfrentar el fardo de un pasado tenebroso,  pero todo esto esta enmascarado, apaciguado por el humor fino e ingenioso, que provoca una sonrisa o risa reflexiva en el espectador.

El detonante es la caja de pandora que recibe la periodista justo en el momento en que se disponen a la procreación, en aquella caja esta su vida pasada, asoman entonces los fantasmas, el terror.

La excelente estructura dramática propicia la fusión de climas y el abordaje de nuevos temas, la política, el racismo, el terrorismo, los prejuicios sociales, están presentes, son parte de las vidas escindidas de estos personajes superficiales, pertenecientes a una clase media con aspiraciones, perfectamente construidos por Ott. Nileny Dippton y Pedro Sierra encarnan a los protagonistas en una formidable simbiosis actoral.

La Dippton asume el rol de la periodista con notable creatividad, es una actriz versatilidad, que logra pasar de lo superficial a lo dramático con gran efectismo, al tiempo de utilizar los recursos de la cinésica  para elaborar un código gestual  elocuente.

Pedro Sierra es un  actor en ascenso, de talento,  domina la escena y logra manejar las transiciones lo que le permite asumir con precisión su personaje ambivalente.

Hay en esta puesta en escena una estética fundamental del movimiento concebida  por Orestes Amador y elaborada con plasticidad por la actriz,  lo que crea un espacio lúdico en perpetua agitación, posibilitando las relaciones de proximidad o alejamiento. La dirección colectiva al igual que la propuesta, en la que interviene Wilson Ureña, es atractiva e interesante. Es una puesta en escena que no puede pasar desapercibida. 

Las claves

1.  La escenografía

Como resultante de una concepción semiológica de la puesta en escena, recrea un cuarto de baño moderno donde se desarrolla toda la acción y establece un juego de correspondencias  con el  texto; el agua, el baño es un signo, purificación o escape.

2.  Otros elementos

Las luces y el tema reiterativo y evocador de la canción  infantil “Twinkle, twinkle little star”.

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