“Viajes productivos”

“Viajes productivos”

MANUEL A. FERMÍN
Con una República Dominicana estremecida por la crisis económica que venía en gestación desde el momento mismo en que el gobierno 2000-2004 irrumpe como el rayo, pero que estalla con desplome total en el 2003, el único aval para salir del estado de desconfianza, de cesación de pago en que se vio el país era precisamente esparciendo la firmísima fe de que la solvencia del Estado Dominicano estaba en manos hábiles, con su mejor divisa: el presidente Fernández.

Soy un convencido que el doctor Leonel Fernández y su destacado capital intelectual ha contribuido a mejorar, a crear una plataforma de retorno de caudales, de inversiones, gracias a la personalización de la modernización, al gran desafío que es el desarrollo de ofertas, a servir de aliento al equipo económico para liderar las políticas desde el Banco Central en la persona de Valdez Albizu, quien no perdió tiempo para edificar y brindarle la confianza necesaria a los acreedores internacionales, a las agencias calificadoras de riesgo de lo que sería un buen desempeño para derrotar la inflación, el dislocamiento cambiario, el necesario incremento en las reservas internacionales y la capitalización y consolidación de la banca comercial en términos de solvencia y cobertura, ante el declive progresivo para poder reestructurar la deuda del país.

Es hora, pues, de que dejemos de desorientar a la nación diciéndole que los viajes del presidente Fernández al extranjero son improductivos, por el contrario, entiendo que dignifican la función pública del Presidente porque reestablecen el lustre, la majestad y la grandeza que cubren el cargo. Consecuencia de ese dinamismo, el brillo perdido, que ha visto resplandecer con solo observar como el Rey Juan Carlos de España oye el pedido del presidente dominicano en el Consejo Consultivo de Naciones Unidas en New York y se une a la convocatoria de una cumbre petrolera para revisar los efectos negativos en las naciones iberocaribeñas; asimismo, en medio de la ola de reconstrucción económica del país aparece, y no por arte de birlibirloque, la Corporación Financiera Internacional (CFI), apéndice del Banco Mundial, abierta a financiamientos a sectores productivos nacionales por 200 millones de dólares para mejorar la competitividad de los empresarios dominicanos.

Pero también el EXIMBANK (agencia norteamericana que financia exportaciones e importaciones de USA) dispone de recursos para la República Dominicana. Además, el Banco Central logra una línea de crédito con bancos extranjeros para enfrentar la factura petrolera.

¿Entonces, es producto del azar o del esfuerzo el ambiente de confianza por la robustez y seriedad de las cifras económicas?.

Necean aquellos que ante el fracaso, convertidos en juguetes de sórdidas pasiones políticas, e incapaces, como lo han demostrado en los últimos tiempos, hacen mordaces críticas sin fundamentos. Debemos apoyar que el Presidente deje su impronta en estos viajes que invitan al trabajo y no al ocio; a ser parte esencialísima de la labor de rescate de un país que terminó al final del cuatrenio pasado falleciente y al borde del abismo total.

La ausencia de continuadores calificados en la sucesión del poder en la República Dominicana, ha sido gran desgracia para la salud de la nación.

Es por ello que entiendo que el doctor Fernández honra en altísimo grado el cargo presidencial, y valiéndose del mismo ha hecho posible el restablecimiento de la corriente aperturista al crédito internacional solo posible por la afanosa búsqueda de que los nichos de poder político y económico del mundo nos dispensen un trato justo.

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