Es cierto que muchos alimentos requieren refrigeración para que se conserven mejor y por más tiempo, pero debemos saber que hay algunos que pueden estropearse y perder sus propiedades organolépticas por someterlos a bajas temperaturas.
El refrigerador es una herramienta fundamental para almacenar alimentos. Pero hay alimentos que no deberían ir a la nevera. Incluso en contra de lo que se piensa habitualmente. La refrigeración hace que algunos productos pierdan su sabor o su textura cambie, o que se estropeen más rápidamente a causa de la condensación del refrigerador.
A continuación te mostramos 10 alimentos que no debería meter en la nevera:
1.- Pan
El pan en la nevera se seca y se pone duro rápidamente. Es preferible guardarlo en una bolsa de tela para evitar que se ponga duro, como en la bolsa de papel, o correoso como el chicle, en la bolsa de plástico.
Si no se va a consumir en breve, la mejor opción es cortarlo en rebanadas, envolverlo en papel de plástico transparente para que conserve la humedad y congelarlo. Al sacarlo del congelador hay que dejarlo que se descongele del todo antes de comerlo o tostarlo.
2.- Chocolate
Cuando se guarda el chocolate en la nevera, con el paso de los días se va formando una capa blanca, debido a la temperatura y la humedad, que le va restando sabor, además se endurece. Lo ideal es conservarlo a temperatura ambiente, en un lugar fresco y seco, y que no le dé la luz.
3.- Aguacate
Aunque el aguacate parece ser un alimento perfecto para la nevera, la realidad es que debería ser guardado a temperatura ambiente, porque sus cambios de temperatura también pueden producir cambios en su consistencia, sabor y aspecto. Pueden dañarse sin que lo notes.
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4.- Café
El café pierde todo su sabor dentro de la nevera y, además, cogerá todos los olores del resto de alimentos que tengas dentro. Expertos en café insisten en que el café debe guardarse en sitios frescos y oscuros para que guarde su aroma, su sabor y su frescura ya que la luz, el aire y el calor son «los principales enemigos del café».
5.- Papas
Si pones las papas en la nevera, se alterará su sabor y su textura. Además, pueden absorber la humedad y pudrirse rápidamente. Deben conservarse a temperatura ambiente, en un lugar ventilado, seco y oscuro, lejos de fuentes de calor y sin lavarlas. Y que no se toquen con las cebollas pues estas desprenden una sustancia que hace que las patatas se echen a perder antes de tiempo.
6.- Jamón
El frío hace que el aroma y el sabor del jamón se pierdan, por lo que hay que tener cuidado si no quieres estropear tu jamón. Es mejor tener un pequeño rincón en la despensa para guardarlo sin que le dé la luz y se conserve fresco.
7.- Tomates
Los tomates pierden todo su sabor en la nevera. El aire frío hace que se frene el proceso de maduración, que es lo que les hace tan sabrosos. Además también se altera su textura ya que el frío rompe las membranas en el interior de las paredes de la fruta y la pone harinosa, por lo que lo más recomendable es poner los tomates en un bol, en una cesta o en un carrito.
8.- Sandía
Con las frutas hay que diferenciar si están enteras o si ya las has abierto. Si ya están cortadas, guárdalas en la nevera con papel film (plástico). Pero si no las has empezado, mejor déjalas fuera de la nevera ya que en frío pierden su sabor.
9.- Miel
La miel puede conservarse sin problemas fuera del frigorífico durante años, siempre que el tarro esté bien cerrado. En cambio, el frío hace que se endurezca y cristalice y que se modifique su sabor.
10.- Comida caliente
Todos hemos oído que no se puede meter comida caliente en la nevera ya que esta hace que se produzca una rápida subida de la temperatura interior y, con ello, aumenta el riesgo de que se estropeen el resto de alimentos. Sin embargo, también se debe saber que dejar los alimentos a temperatura ambiente hace que las bacterias se multipliquen.
La conservación de los alimentos es una de las claves para que al comerlos se encuentren en óptimas condiciones y podamos saborearlos además de recibir todos sus nutrientes y vitaminas, por lo que hemos de saber cómo conservarlos correctamente teniendo claro que no todos los alimentos se guardan en la nevera.