10 años para ser miembro del Comité Central del PRD

10 años para ser miembro del Comité Central del PRD

Los partidos políticos tienen plena libertad de establecer las reglamentaciones que consideren convenientes y necesarias para conformar sus organismos de dirección, entre ellas, el tiempo requerido para que sus dirigentes puedan acceder a los altos mandos. En tal virtud, el PLD, según se ha informado, estableció el rigor de que para poder optar por una posición dentro de su Comité Central, y por consecuencia del Comité Político, se requieren 10 años de militancia.

Esta disposición ha provocado diferentes comentarios, algunos de ellos alegando que con esa medida se le impide a la juventud acceder a los organismos máximos de dirección; sin embargo, a dicha disposición hay que darle más de una lectura y afinar algunos criterios, ya que existen organizaciones ideológicas que lo consideran mecanismos de salvaguarda partidaria.

En primer lugar, no es cierto que a la juventud se le impida acceder a los organismos máximos, puesto que si una persona ingresa a los 18 años, ya a los 28 tiene derechos adquiridos para aspirar a una posición dentro de su Comité Nacional, y a los 28 años nadie puede considerarse viejo. Lo mismo si lo hace a los 20, 25, 30 ó 35, porque en el último de los tramos tendría derecho a los 45 años, edad que está dentro de los parámetros de la juventud de nuestros tiempos.

Contrario a lo que algunos expresan, de esa manera se les abre y asegura el camino a las personas que ingresan a los partidos tempranamente. Porque adquieren derechos que los que vienen detrás deben cumplir. No es que para llegar a los organismos máximos solo valgan los años de membresía, pero de esa forma se valora la permanencia y respetan los escalafones. Evita que los nuevos miembros les pasen por encima a los que cumplieron con las formalidades requeridas.

Es más, quienes piensan que se les pone freno a la juventud, no se han detenido a analizar, que a quienes perjudica en realidad es los que tienen edades más avanzadas. Otro aspecto importante es el que tiene que ver con la identidad de las organizaciones, sobre todo, si tienen algún contenido ideológico o programático, puesto que la masificación o inyección constante de sangre nueva, puede cambiar, como he analizado antes, hasta su ADN.

Porque los partidos necesitan saber qué tipo de sangre tienen los que entran; determinar si son compatibles para que el cuerpo no los rechace. Pero para ello el cuerpo requiere de un tiempo prudencial a fin de conocer bien sus conductas, formación, su pensamiento. No sé lo que establecen los Estatutos del PLD, pero esa disposición no debería aplicar para dirigentes que sin ese tiempo quieran optar por otros cargos directivos o electivos.

De todas maneras, 10 años para llegar a la cima de un partido, no son ni muchos ni pocos. Ojalá que todos los partidos establezcan límites de tiempo para llegar a la cima, pues contribuye con la identidad partidaria.

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