El libro del reputado periodista de investigación Eric Raynaud, (Ed. Española Akal  2010) trata de desentrañar los misterios que envuelven el más atrevido acto terrorista desde el inicio de la gran tragedia ocurrida el  día  11 de septiembre del 2001, en el centro mismo de la  ciudad de New York, que hizo colapsar el agradable estilo de vida norteamericano, dejando un horrible saldo de unos 3,000 víctimas directas y un montón de graves interrogantes que no encontraron respuestas razonables en simples indagaciones de cuatro jóvenes y valerosas mujeres de New Jersey que perdieron la paz de su hogar y sus respectivos esposos en esa luctuosa tragedia.

Esas interrogantes sin respuesta de seguro bulleron en las mentes de millares y millones de personas que no se podían  explicar cómo un evento de tal magnitud haya podido ocurrir  en el país más poderoso de la tierra,  el mejor dotado de recursos logísticos y humanos, sin que el sistema de inteligencia nacional lo detectara  para prevenirlo y las más elevadas instancias del gobierno confesaran no tener  ninguna información o sospecha de lo que se tramaba,  permitiendo,  unos y otros,  que  hecho tan horrible se perpetrara en sus mismas entrañas burlando la seguridad del Estado y sembrando  de dolor,  angustias y temores jamás sufridos  a millones de conciudadanos.

El autor dedica ocho años de intensa investigación uniéndose a una incipiente campaña denominada “Movimiento por la Verdad”, encabezada por el profesor emérito  David Ray Griffin, que había publicado unas 30 obras antes del atentado del 11 de septiembre y siete después del desastre de las Torres Gemelas y el Pentágono. Sus seguidores,  desdeñosamente calificados, “adeptos a la Teoría del Complot”, integrado por connotados físicos, químicos, intelectuales, ingenieros, periodistas, expertos en explosivos, militares,  bomberos y testigos oculares voluntarios, encararon la versión oficial,  también  conspirativa, asumiendo el complot de la administración de Bush y Cheney, cada vez más irracional a raíz de  nuevos datos y elementos no sospechados cuando la ocurrencia y comprobaciones científicos  que desmontaban las enormes falsedades y engaños  de la cúpula de Casa Blanca y sus acólitos,  “línea dura de los neo conservadores sin alma”, encarnando  un desdichado  sainete que bien pudo titularse,  “Vamos a Contar Mentiras.” 

El pueblo norteamericano medularmente crédulo e ingenuo, educado en el amor sacrosanto a la Patria, “God Bless América”, el respeto a la Constitución y a las leyes, y el culto a la verdad, nunca ha podido asimilar esa dolorosa realidad de mentiras de sus gobernantes, que propalaron por poderosas  redes de medios de comunicación a su servicio.

Prefirió dar crédito,  a la propaganda malsana del enemigo malo, impiadoso, terrorista, enemigo de la libertad y  de la “democracia” y a la comisión de investigadores del atentado y su informe oficial, (caso Kennedy) plagado de inexactitudes, contradictorio y autodestructivo de la propia versión oficial, como han podido demostrar  estudios posteriores consistentes de una pléyade de expertos,  analistas e investigadores del entorno nacional e internacional. Como afirmara Pascal: “La verdad está tan ensombrecida en estos tiempos y la mentira tan extendida, que, si no amamos la verdad, no sabremos reconocerla.”