En los últimos años ha ido en aumento la tendencia de optar por productos más saludables, y por consiguiente, el consumo de productos alternativos va en crecimiento.
El consumo de alimentos orgánicos, por ejemplo, es una línea que va en aumento, pese a su elevado costo, gracias a sus múltiples beneficios para la salud.
La nutrióloga Annie Veloz define estos alimentos como aquellos que durante su producción o cría no reciben productos químicos, hormonas o colorantes y que están hechos bajo un respeto al medio ambiente.
Detalla además que los alimentos orgánicos se caracterizan por su alto valor nutricional, ya que generalmente poseen una mayor concentración de minerales, vitaminas y otros nutrientes que aquellos producidos en sistemas con alto uso de agroquímicos.
“En la producción de alimentos orgánicos no se emplean plaguicidas ni fertilizantes de síntesis química. Están libres de hormonas, antibióticos, residuos de metales pesados, sin uso de colorantes y saborizantes artificiales, así como de Organismos genéticamente Modificados (OGM)”, asegura Veloz.
¿Vale la pena comprar alimentos orgánicos? A pesar de que siguen siendo más caros, los alimentos orgánicos crecen en popularidad y los supermercados, aún los más pequeños, les ceden cada vez más espacio. Por lo que es notable su auge entre los comensales.
“No hay dudas de que los alimentos orgánicos son mejores para el planeta. Sobre todo para los agricultores y sus familias, porque no están expuestos a herbicidas y pesticidas ni a aguas contaminadas con químicos tóxicos, cuando cultivan orgánicamente”, asegura la experta.
¿Qué pasa con lo nutricional? La especialista explica que se ha encontrado que los alimentos orgánicos tienen mejor calidad de proteína, vitamina C, fósforo, polifenoles, antioxidantes, biotiles (básicos para mujeres lactantes y embarazadas), Omega 3 y ácido linoleico. Sin embargo, también existe mayor riesgo de E. Coli y Salmonella en productos orgánicos, advierte.
Una tendencia costosa. Muchos piensan que los alimentos orgánicos deberían costar menos que los alimentos convencionales, ya que el productor se ahorra el costo de los productos químicos, los pesticidas sintéticos y los antibióticos.
Sin embargo, la realidad es que los productos orgánicos suelen costar entre un 20 y un 100 por ciento más que sus equivalentes producidos convencionalmente. Y éstas son las razones por las que todos los productos orgánicos tienden a salir más caro:
-No usar productos químicos significa más mano de obra: Los agricultores convencionales usan todos esos productos químicos y pesticidas sintéticos porque les ayuda a reducir el costo de producción, haciendo el trabajo más rápido y más eficientemente.
-Mayor costo de los fertilizantes para los cultivos orgánicos: Los fertilizantes químicos que usan los agricultores convencionales no cuestan mucho.
-Rotaciones de cultivos: En lugar de utilizar herbicidas químicos, los agricultores orgánicos realizan rotaciones de cultivos para mantener el suelo sano y evitar el crecimiento de malas hierbas.
“Cada día nos enfrentamos a recomendaciones y estrategias que hablan de cómo mejorar nuestra salud. Por una parte, se habla de la cantidad de alimentos y su relación con la oportunidad de lograr un peso adecuado. Por otra parte, nos preocupamos no sólo por la cantidad sino también por la calidad de los alimentos que se consumen”, concluye Veloz.