12 mil  evacuados y continúa  el pronóstico de aguaceros

12 mil  evacuados y continúa  el pronóstico de aguaceros

Unas doce mil personas tuvieron que abandonar sus precarias moradas de lugares inundables por efecto de los torrenciales aguaceros que acompañaban a la ya degradada tormenta Tomás.

Aunque muchas zonas seguían bajo agua y comunidades del Sur permanecían aisladas, el Centro de Operaciones de Emergencia dijo que la mayoría de los evacuados volvió  a sus casas. En los  refugios oficiales sólo quedaban  1,286. Otros miles se ampararon en casas de vecinos y familiares. La intensidad de  lluvias será menor.

El Centro de Operaciones de Emergencias (COE) y la Oficina Nacional de Meteorología (Onamet) descontinuaron ayer el aviso de tormenta que emitieron para el país por el paso de Tomás pero mantuvieron la alerta por las lluvias que continuarán ocurriendo, aunque en menor proporción y menos intensidad.

El COE informó que producto de los aguaceros unas 12,190 personas tuvieron que ser desplazadas de sus hogares, de las cuales 1,286 permanecen en los refugios oficiales.

En total 2,438 viviendas fueron afectadas por las lluvias y las crecidas de algunos ríos y cañadas.

Ayer tarde el subdirector operativo del COE, Carlos Paulino Cárdenas, informó que los ríos están regresando a la normalidad pero que hay 23 comunidades que continuaban incomunicadas: 11 en Azua, 7 en San Cristóbal, 4 en Sánchez Ramírez y una en Baoruco.

 Hasta la fecha el único herido es el menor de 8 años Francisco Alberto Martínez, quien perdió la pierna derecha cuando  una pared  de  su vivienda se desplomó y le cayó encima. El hecho ocurrió el viernes en el sector Villas Agrícolas del Distrito Nacional.

Mantienen alerta.  Las autoridades mantienen los niveles de alertas roja, amarilla y verde en todo el país, debido a la saturación del cielo y las lluvias que se prevé seguirán ocurriendo.

En alerta roja permanecen Barahona, Baoruco, Pedernales, Independencia San Juan, Elías Piña, Montecristi, Dajabón, Sánchez Ramírez, Monte Plata, San Cristóbal (especialmente Villa Altagracia y Los Cacaos), San José de Ocoa, María Trinidad Sánchez, Puerto Plata, Peravia, Valverde, Santiago Rodríguez, Azua, Santo Domingo y el Distrito Nacional.

En alerta amarilla están La Vega, Espaillat, Hermanas Mirabal, Duarte (en especial el bajo Yuna), El Seibo, San Pedro de Macorís, Monseñor Nouel, Samaná y Santiago. En verde están  Hato Mayor, La Altagracia y La Romana.

El organismo recomienda  a las personas estar atentas ante posibles deslizamientos de tierras e inundaciones repentinas.

Mientras  el oleaje se mantiene anormal en todas las costas del país estando entre 9 y 11 pies en la Costa Atlántica y entre 5 a 7 pies en la Costa Caribeña. En ese sentido recomienda que las pequeñas  embarcaciones deben  seguir en puerto.

Habla la Onamet. Meteorología informó anoche que la tormenta tropical Tomás continúa desplazándose hacia el norte/noreste sobre aguas del Atlántico Norte,  a unos 500 kilómetros al noreste de Puerto Plata, por lo que las precipitaciones asociadas a este fenómeno disminuirán significativamente en todo el país.

Empero informó de un débil sistema frontal que fue  ubicado sobre Haití y que  provocará algunas lluvias de carácter disperso en puntos aislados de las regiones Noreste, Sureste y Valle del Cibao, “la masa fría polar que acompaña este sistema provocará en los próximos días una baja en las temperaturas”, dijo Onamet.

Para hoy pronostica en Santo Domingo un cielo nublado con aguaceros y tormentas eléctricas y ráfagas de vientos ocasionales.

 De acuerdo al organismo mañana lunes comenzará a disminuir de forma notable la actividad de lluvia, pero habrá aguaceros dispersos que serán más frecuentes hacia las regiones Noreste, Suroeste, Noroeste y la cordillera Central. 

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La obediencia

El subdirector del COE, Carlos Paulino, dijo que incidió mucho  en que no se reportaran víctimas el  hecho de que las personas atendieron el llamado de las autoridades a  evacuar  las zonas de peligro.

Las presas están normales

Paulino dijo que no tuvieron problemas con ningunas de las presas, ya que fueron manejadas adecuadamente, aunque en Baní, fruto del desfogue de  Jigüey-Aguacate, el río Nizao se llevó tres viviendas. Sus ocupantes no estaban.

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