12 muertos en combates

12 muertos en combates

KABUL (EFE).- Diez supuestos rebeldes afganos han resultado muertos y otro centenar de personas han sido detenidas en las últimas cuatro semanas por tropas de EEUU, en la mayor operación llevada a cabo en Afganistán por los norteamericanos en los dos años que llevan en el país, informó hoy un portavoz militar.

El teniente coronel Bryan Hilferty, portavoz militar de EEUU en Afganistán, dijo que en la «Operación Avalancha», iniciada a primeros de este mes en el sur y este del país, también han muerto dos soldados afganos y han resultado heridos cuatro militares de distintos países.

Al inicio de esta operación, quince niños y al menos tres adultos civiles murieron, en dos ataques aéreos estadounidenses contra lo que los militares de EEUU dijeron que eran supuestos refugios de rebeldes, que no sufrieron bajas.

«Lo más importante de la operación es lo que no ha pasado», agregó Hilferty en referencia a la apertura de la carretera que une Kabul con la ciudad sureña de Kandahar, donde señaló que se ha conseguido reducir la inseguridad, aunque la ONU la considera «muy peligrosa».

La «Operación Avalancha» también se supone, según él, que ha mantenido «ocupada a la defensiva» a la guerrilla ultraintegrista islámica Talibán y otros grupos, que podían haber interferido con acciones violentas en la Loya Yirga o Gran Asamblea que desde el 14 de diciembre debate una nueva Constitución para Afganistán.

Hilferty, que a principios de este mes explicó que cuatro batallones con 2.000 soldados de EEUU, junto algunos militares de otros países y tropas afganas, tomaban parte en la operación, en el sur y este de Afganistán, no dijo hoy donde habían sido abatidos o detenidos los presuntos rebeldes.

El presidente de Afganistán, Hamid Karzai, se mostró «conmocionado» por las matanzas de niños al inicio de la ofensiva y exigió a EEUU «coordinar mejor en el futuro sus operaciones con el Gobierno afgano para asegurarse de que no vuelven a suceder incidentes como este».

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, criticó por su parte ese tipo de acciones, por las que se mostró «profundamente triste», y su portavoz, Fred Eckhard, dijo en Nueva York que «la lucha contra el terrorismo no se puede ganar a expensas de vidas inocentes».

Sin embargo, los militares y el Gobierno estadounidenses dejaron claro que no desistirían de sus acciones militares en Afganistán, pese a la muerte de civiles y las abiertas críticas de la ONU, el Gobierno de Kabul y las administraciones locales del país.

«Si los no combatientes están en lugares donde hay miles de armas y municiones, además de morteros y granadas, en campamentos que sabemos bien que son utilizados por terroristas, no somos del todo responsables de las consecuencias», afirmó entonces Hilferty.

De todos modos, las tropas norteamericanas no permitieron a los periodistas acceder al lugar donde se suponía que estaban almacenadas las armas para confirmar si se trataba de un polvorín rebelde.

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